sábado, 7 de febrero de 2015

Javier De Luca: "La marcha de los fiscales le falta el respeto a Nisman"

El Fiscal General de la Cámara Federal de Casación dijo que la medida "pone en evidencia un interés personal totalmente desconectado del respeto hacia la familia y hacia el propio Nisman”.


El Fiscal General de la Cámara Federal de Casación, Javier De Luca, calificó como “desacertada” la movilización convocada para el próximo 18 de febrero por fiscales y políticos opositores.

"Aún está caliente el cuerpo de nuestro colega y la causa está en plena investigación, por lo que una movilización me parece una medida desacertada que pone en evidencia un interés personal totalmente desconectado del respeto hacia la familia y hacia el propio Nisman”, expresó De Luca, quien agregó que “no estoy de acuerdo, es como ir al velorio de una persona y ponerse a decir gansadas. Yo no sé mucho de política pero me parece que los que vayan a esta marcha no van a quedar bien si utilizan una muerte con fines políticos, ya que quedan como personas que no tienen escrúpulos con tal de promover su propia exaltación”.

Además, criticó que los fiscales hagan “una marcha para mostrarse ellos, en vez de ayudar a Fein en forma callada y de buena fe, parece que lo hicieran contra ella”.

"Son fiscales, no son víctimas de un delito. Son fiscales que están cobrando un sueldo extraordinario del Estado nacional y tienen que trabajar a disposición del servicio de justicia”, argumentó De Luca en declaraciones radiales.

Por otra parte, dijo que “no es bueno para una investigación que la fiscal Fein, en vez de estar enfocada en la investigación, esté ocupada todo el tiempo en contestar a los medios. Me parece una payasada todo esto”.

Sobre el final, De Luca se refirió al tratamiento de algunos medios de comunicación respecto al caso Nisman: “los que nos interesamos por la comunicación social y la libertad de expresión sabemos que los medios tienen una mercancía que es la que vende, sin importar si hay información sino un show o un entretenimiento”.

“La judicialización de la política se volvió una mercancía porque, cuando lo único que vende es el entretenimiento, se necesita alguien a quién pegarle”, concluyó.

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