La Defensoría del Pueblo advirtió sobre predios en mal estado, falta de higiene, ausencia de controles en natatorios e infraestructura destruida. Los riesgos que corren los 20 mil menores inscriptos. El macrismo y una denuncia penal.
Graciela Muñiz, Defensora adjunta, al realizar una de las inspecciones |
Falta de higiene y terrenos en mal estado. Ausencia de matafuegos y elementos de seguridad. Basura desperdigada e infraestructura derruida, además de nulos controles de salubridad al agua de las piletas. Baños clausurados y utilizados como depósitos de alimentos. Hasta materia fecal hallada en los pisos que deben recorrer niños a diario.
Son sólo algunas de las conclusiones extraídas del informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad sobre el estado de las colonias, dependientes de la Subsecretaría de Deportes y del Ministerio de Educación porteño.
Este año el cálculo de inscriptos ronda los 20 mil menores, que están expuestos a las malas condiciones que año a año son denunciadas por la defensora adjunta, Graciela Muñiz, quien advirtió nuevamente sobre la gravedad de las irregularidades halladas y que podrían derivar en una denuncia penal contra funcionarios macristas.
Las inspecciones se plasmaron en dos informes que abarcan las colonias de vacaciones que funcionan en Parque Avellaneda, Parque Roca, Polideportivo Martín Fierro, Parque Sarmiento, Parque Chacabuco, Polideportivo Pomar, Polideportivo Pereyra, Polideportivo Parque Patricios, y Parque General Belgrano KDT. El Polideportivo San Telmo Martina Céspedes, Polideportivo Suárez 1851, la Escuela N° 29 DE 18, el Club San Jorge y en el Parque de la Ciudad –que forman parte del programa "Vacaciones en la Escuela", dependientes de la cartera que comanda Esteban Bullrich– también fueron fiscalizados por la funcionaria que fue lapidaria en sus conclusiones.
"La seguridad de los niños no está garantizada. Ambos programas sólo se sostienen por la calidad de los docentes que están a cargo, que se han vuelto especialistas en evitar que los chicos caigan a los pozos de las obras con los que conviven", ejemplificó Muñiz.
Las inspecciones continuarán en el resto de las instalaciones que durante el período estival reciben a 10 mil chicos, divididos en 89 establecimientos educativos entre inicial, primaria y media, según informó el Ministerio de Educación. El resto, en torno a la misma cifra, concurre a los polideportivos a cargo de la Subsecretaría de Deportes que comanda Francisco Irarrazával, cuya repartición, paradójicamente, reporta al Ministerio de Desarrollo Económico, a cargo de Francisco Cabrera.
Sólo en el Parque Sarmiento concurren 4000 chicos por día divididos en 4 colonias internas en el predio. El miércoles pasado y ante denuncias de los vecinos, Muñiz debió realizar una nueva requisa porque se estaban realizando obras en simultáneo con maquinaria y camiones que entraban y salían del parque sin señalización. Según el propio encargado de la tarea, su función era "hacer un pozo que funcionara como reservorio para prevenir inundaciones que se iban a producir en febrero". Entre los montículos de tierra, los docentes guiaban a los niños para seguir con las actividades de la colonia.
Previamente, la primera inspección arrojó como resultado la ausencia de "libro de agua", algo que revela el estado de los natatorios y permite un control de calidad ambiental al inicio de la temporada y habilita el funcionamiento. Si el agua está en mal estado, puede generar cuadros de gastroenterocolitis, frecuentemente atribuidos a la ingesta de alimentos. Suciedad, vidrios rotos, botellas de bebidas alcohólicas desperdigadas por el predio, pastizales, mesas y bancos destruidos completaron el cuadro.
El almuerzo "se realiza en carpas, donde la temperatura es muy elevada, aunque contaban con ventiladores de techo instalados de manera precaria", afirma el informe, que sostiene que "se constató la existencia de una cerco perimetral caído, lo que posibilitaba el acceso a zonas del parque que, por estar en malas condiciones edilicias, reportan alta peligrosidad para quien las transite". Además, se detectó "agua estancada, alambres caídos, mamposterías desprendidas y por desprenderse, y metales en estado de oxidación" al alcance de los niños. Según Muñiz, cuando consultó a Irarrazával por las falencias, el funcionario del PRO le confesó que para él, el Parque Sarmiento era "inmanejable".
Las conclusiones se replicaron para el resto de los predios auditados en materia de higiene, seguridad e infraestructura. Los elementos de seguridad estaban en malas condiciones y hasta había perros sueltos en el comedor. La falta de matafuegos necesarios es una constante para todas las colonias porteñas, algunos con carga vencida. Según quedó registrado, en el Parque Avellaneda, "al ser consultada la directora de colonia de niños y adolescentes con discapacidad acerca de la cantidad de niños a su cargo y sobre las parejas pedagógicas asignadas, nos respondió textualmente: 'Ni idea'". Canchas para práctica de deportes incompletas y material para ejercicio "en estado deplorable", junto a la sobreexplotación de empleados que cumplen doble función también fueron datos relevados. En Parque Roca los mismos micros deben hacer recorrido ida y vuelta para traer niños en varios turnos, lo que obliga a perder horas de clase y a que no se les reconozcan a los maestros las horas extras por los retrasos.
El Polideportivo Martín Fierro presentó las falencias más graves: "Los sanitarios de mujeres tenían varios baños clausurados. Los de varones estaban en malas condiciones de higiene, por lo que se observaba materia fecal en el piso. Los baños que se encuentran en el primer piso, donde está el comedor, se encontraban clausurados y los mismos se utilizaban, en un caso como depósito de materiales diversos, y en el otro caso con acopio de alimentos", indicó el informe.
En Parque Chacabuco, los usuarios comunes se mezclan con los colonos, sin que haya personal de seguridad suficiente, lo que podría ocasionar accidentes. "En espacios comunes del parque, se constataron luminarias en mal estado, con posibilidades de roturas y caídas de lámparas y vidrios sobre usuarios", informó Muñiz. En el Polideportivo Pereyra, por ejemplo, una habitación "que se encontraba cerrada por reformas, según indicaba un cartel y tenía como función el depósito de papeles, escaleras y diversos utensilios, se utilizaba además de vestuario". Trampolines clausurados, cables expuestos, materiales de obra acopiados sin señalizar y juegos destruidos fueron hallados en el Polideportivo Belgrano KDT y en el de Parque Patricios, donde en el control de accesos se desempeñaba una persona que fue reconocida como la que había provocado disturbios en la puerta de la Legislatura.
Casi con idénticas observaciones, el informe de la defensora adjunta se realiza desde 2010. Sin embargo, desde el gobierno porteño no han implementado mejoras de fondo en la situación de las colonias. "No se invierte en los polideportivos de la Ciudad que son públicos y gratuitos. Son un desastre. Los programas de tipo social no le interesan al jefe de gobierno que prefiere la política marketinera", apuntó Muñiz en relación al contraste que ofrecen los parques con la situación edilicia de las playas secas que la administración PRO denomina BA Playa, que ofrecen sombrillas, guardavidas y servicio de wifi 8.
Bullrich se comprometió a analizar la situación a partir de las irregularidades encontradas en los establecimientos que dependen de su cartera. Según la supervisión, el más grave fue el caso del Parque de la Ciudad: "El consultorio médico cuenta con escasos insumos. Al momento del relevamiento, el consultorio médico no contaba con tubo de oxÍgeno ni camilla para primeros auxilios, según nos informa la Dra. Romina Roda, quien manifestó que esos elementos se encontraban dentro de la ambulancia que debería estar apostada en al costado de la sala de primeros auxilios. Dicha ambulancia no se encontraba presente al inicio ni al final del relevamiento efectuado", subrayó Muñiz.
"Se observó una conexión irregular de electricidad mediante un alargue de más de 50 metros, conectado sin mediar llave térmica ni disyuntor en caja de electricidad acorde. Este alargue se conectaba a un enchufe común, mediante una zapatilla en condiciones de deterioro exponiendo al peligro de shock eléctrico a quien la manipulase o a los colonos que utilizan el espacio cercano, dado que a escasos centímetros los chicos dejaban sus mochilas", alertó.
Además de las falencias descriptas, el caso de la Escuela Nº 29 rozó el absurdo. La población que concurre a esta escuela son niños hipoacúsicos, que fueron llevados el 26 de diciembre de 2013 a la presentación del programa de la colonia, evento al cual asistió Bullrich, en el que actuaron grupos de percusión, batucadas, y murgas. Algo que obviamente ninguno de los niños pudo disfrutar.
Falta de higiene y terrenos en mal estado. Ausencia de matafuegos y elementos de seguridad. Basura desperdigada e infraestructura derruida, además de nulos controles de salubridad al agua de las piletas. Baños clausurados y utilizados como depósitos de alimentos. Hasta materia fecal hallada en los pisos que deben recorrer niños a diario. Son sólo algunas de las conclusiones extraídas del informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad sobre el estado de las colonias, dependientes de la Subsecretaría de Deportes y del Ministerio de Educación porteño. Este año el cálculo de inscriptos ronda los 20 mil menores, que están expuestos a las malas condiciones que año a año son denunciadas por la defensora adjunta, Graciela Muñiz, quien advirtió nuevamente sobre la gravedad de las irregularidades halladas y que podrían derivar en una denuncia penal contra funcionarios macristas.
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