Hoy se reune la oposición, mientras Moyano ratificó que el jueves se realizarán las elecciones de autoridades, que fueron impugnadas por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
La Confederación General del Trabajo (CGT) comenzó una semana clave para la definición de su futura conducción.
Mientras hoy está previsto que se reúna la oposición, para el jueves están confirmadas las elecciones, de acuerdo con declaraciones del actual secretario general de la central obrera, Hugo Moyano. En el medio, el Ministerio de Trabajo de la Nación impugnó los comicios, lo que el oficialismo considera una intromisión.
La CGT se encuentra dividida entre dos sectores: el moyanismo, enfrentado con el gobierno nacional, y el que tiene como referentes al líder de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, y al metalúrgico Antonio Caló, entre otros dirigentes.
La oposición, que respalda la impugnación presentada por el ministro Carlos Tomada, dice contar con al menos 15 de los 25 miembros que componen el secretariado nacional de la CGT, lo que le daría el quórum suficiente para llevar adelante un proceso electoral propio, es decir, al margen de la voluntad del moyanismo.
Moyano rechazó la impugnación de los comicios gremiales realizada por el ministro de la cartera laboral. “Tratan de domesticar a las asociaciones gremiales, como lo han hecho con todas las instituciones”, acusó Moyano.
Por otra parte, aclaró que “la legitimidad no lo da el aspecto legal”. “Estamos convencidos de que la tenemos nosotros porque hemos defendido y no hemos defraudado a los trabajadores”, sentenció.
La oposición, a su vez, se reunirá hoy en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), tal como lo anticipara el propio Caló. Según lo previsto, se reunirán los miembros del secretariado actual de la central obrera que se oponen a la conducción de Moyano -hoy son mayoría en el consejo directivo- con el objetivo de convocar a un comité confederal propio, órgano que deberá fijar la fecha para un futuro congreso normalizador.
Mal que nos pese, estamos convencidos que vamos rumbo al quiebre de la CGT. Una pena.
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