domingo, 16 de abril de 2017

Al grito de "respetá la ley", "andate a laburar" e "hijo de puta", escracharon a Macri cuando salía de una iglesia en Tandil

UN NUTRIDO GRUPO D EPERSONAS INCREPÓ CON CARTELES E INSULTOS AL EX HIJASTRO DE FLAVIA PALMIERO, QUE SE ENCUENTRA RASCÁNDOSE LOS HUEVOS EN SU CIUDAD NATAL.


Mugrizio Macri volvió a vivir un mal momento a razíz de un escrache. Y van... Esta vez fue ayer por la tarde, cuando salía de una iglesia en Tandil y un grupo de gente lo increpó con carteles e insultos.

El idiota confeso, que se encuentra rascándose los huevos en su ciudad natal por el fin de semana largo, visitó la Parroquia del Santísimo Sacramento con su hija Antonia y fue interceptado por vecinos cuando se retiraba del lugar.

"Respetá la Constitución" y "Andate a laburar", eran algunas de las frases que decía, entre insultos, la gente que rodeó la camioneta presidencial y que también llevaba carteles con reclamos por la libertad de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, y por la paritaria docente.

En ese momento, Macri se retiraba de la iglesia en la que había sido recibido por el sacerdote Raúl Troncoso. Rápidamente, el vehículo se puso en marcha y salió en contramano por la calle Belgrano, mienras la gente le gritaba "hijo de puta".

En la iglesia, Macri se había reunido durante algunos minutos con el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, que mantiene una relación tensa con el régimen fascista, lo que quedó reflejado días atrás cuando impuso una lista pura de la UCR para las PASO.

Aquel cimbronazo de Lunghi -un aliado del que desconfían en el PRO- se sintió fuerte en el entorno de la alianza de derecha Cambiemos y Macri hasta este sábado ni siquiera se había acercado para la foto con el intendente radical. 

"Hace mucho bien venir acá al lugar de mis raíces, contactarme con momentos de mi infancia", destacó el subnormal y reiteró su compromiso de "querer ayudar a los tandilenses y a los argentinos".

Según informaron los medios locales, el pelotudo hijo de puta quiso mostrarse con poca custodia y -antes del escrache en la iglesia- había visitado la casa de su familia materna, los Blanco Villegas. También caminó algunas cuadras por su ciudad natal y saludó a algunos vecinos.

En declaraciones al diario local El Eco, también dijo que "había comprado un par de kilos de queso, que le mostró la casa de su abuela a su hija Antonio" y le recordó el consejo de "hacer la siesta siempre, antes de ir a jugar"

La familia presidencial se hospeda en la estancia La Carlota. El viernes, el matrimonio jugó al golf en El Valle de Tandil Country, Golf & Resort.

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