lunes, 3 de septiembre de 2012

Sectores conservadores, contra el voto a partir de los 16 años

La iniciativa sobre votar a los 16 presentada por senadores oficialistas provoca el rechazo de religiosos, legisladores y exfuncionarios de corte derechista, que piden que si se les permite votar a los adolescentes también se baje la edad de imputabilidad.
 
El proyecto de ley del oficialismo para permitir el voto a partir de los 16 años provoca el rechazo de sectores conservadores, que en algunos casos evidenciaron hasta irritación.

Es el caso del arzobispo de San Juan, Alfonso Delgado, que comparó este tipo de iniciativas con las de "otros países" de los que "no se puede decir que sean democracias, como Cuba y Venezuela".

"Esta intromisión política en ámbitos educativos está haciendo decaer la calidad educativa. Si una persona menor a 18 años no es imputable de un delito, pero sí puede votar, entonces, bajemos todo de los 18 a los 16 años", dijo el cura.

En el ámbito político, el senador Ernesto Sanz dijo que "no está en la agenda de los pibes" la intención de participar de comicios antes de los 18 años. "Hay que darles educación antes que la posibilidad de votar", remarcó el dirigente del radicalismo.

"Primero cumplamos las leyes y después démosle a los chicos estas herramientas", acotó, en alusión al proyecto.

El senador kirchnerista Aníbal Fernández es el autor de la iniciativa junto con su par de Chaco, Elena Corregido, y cuenta con el respaldo de legisladores del oficialismo y de la oposición, que coincidieron con la necesidad de abrir el debate en torno al proyecto. Pero causa rechazo entre sectores conservadores.

Sanz, por caso, afirmó hace dos años que como consecuencia de la Asignación Universal por Hijo (AUH) habían aumentado el consumo de droga y el juego, pese a que esta ayuda gubernamental logró bajar los índices de indigencia y de pobreza y mejorar la equidad social. "Es buena (la AUH) en términos teóricos, pero se está yendo por la canaleta de dos cuestiones: el juego y la droga", había dicho Sanz, que hoy se opone a que a los ciudadanos de 16 a 18 años se les permita votar (no obligatoria, sino voluntariamente).

A Sanz y al obispo Delgado se les suma también el exjefe de Gabinete Alberto Fernández, que pidió "coherencia" a las autoridades nacionales que impulsan el voto de adolescentes y, al respecto, recordó que el país suscribió tratados internacionales que "tratan como niño" a una persona de 16 años.

"No puede ser que por un lado se lo trate como un niño y por otro lado se piense que tienen capacidades de adulto y elegir por la república", advirtió el dirigente del peronismo porteño.
 
"Si creemos que son mayores, son mayores para todo", advirtió, en relación con la posibilidad de votar y con la imputabilidad.

El macrismo, por su parte, se mostró abierto a la posibilidad de debatir la iniciativa. El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larrata, definió como "interesante" la posibilidad de que los jóvenes puedan votar a partir de los 16 años, pero exigió que el proyecto del oficialismo en el Congreso "se abra al debate" y no tenga un "trámite veloz". A su vez, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, propuso una consulta popular respecto de este y otros temas de agenda nacional.

Al arzobispo de San Juan le recordamos que cuando este país no era una democracia, gracias a la dictadura cívico militar que tanto defendió y de la que fue complice y partícipe la institución a la que él pertenece, chicos de entre 15 y 17 años luchaban por el boleto estudiantil y fueros desaparecidos en "La Noche de los Lápices".

A Sanz, que tan preocupado está por darle educación a los chicos, le recordamos que el gobierno de su correligionario De la Rúa le bajó los sueldos a los docentes y redujo el presupuesto educativo.

Y al pátetico Alberto Fernández le pedimos que tenga, por lo menos, la decencia de cerrar el pico. Que él pida "coherencia" es algo ásí como que Barreda abogue por la buena convivencia familiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario