miércoles, 22 de junio de 2011

Cuando se acaban las palabras

Angelito:

Te lo pido a vos. A vos, que fuiste, sos y serás el más grande entre tantos grandes del más grande. A vos, que no sos sinónimo de River porque vos SOS RIVER.

Vos que sos un ángel, metete esta noche en el vestuario visitante del estadio de Barrio Alberdi y hacele entender a esos tipos que van a estar ahí adentro, que eso que le dan los utileros para ponerse no es una camiseta de fútbol. Es el Manto Sagrado.

Haceles entender que en 180 minutos se van a jugar 110 años de la más rica y gloriosa historia del fútbol argentino.

Esa historia que construiste junto con Moreno, Pedernera, Losteau, Muñoz, Amadeo, Pipo Rossi, Walter Gómez, Sívori, Ermindo Onega, Pinino, Fillol, Passarella, J.J., el Beto, el Enzo, el Burrito y tantos otros.

Haceles entender a todos que River está por encima de todo y de todos. Que el lunes, si quieren, nos arrancamos los ojos; pero que de acá al domingo tenemos que estar todos unidos, detrás de una sola camiseta. Esa camiseta blanca con una banda roja que nos cruza el pecho y que tenemos pintada en la piel.

Haceles entender que no te podés morir de nuevo. Que si no son capaces de hacerlo por ellos o por nosotros -los que reventamos todas las canchas desde hace años para recibir frustración tras frustación-, lo tienen que hacer por vos.

Hoy, como en 1975, si no nos salvás vos Angelito, no nos salva nadie.

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