jueves, 8 de octubre de 2015

Junto a Randazzo, Scioli inauguró un complejo habitacional: "Es la expresión de una Argentina abandonada que se reconstruyó"

El candidato presidencial del Frente para la Victoria compartió con Florencio Randazzo, el acto de inauguración de la Torre 1 del complejo habitacional en la localidad de Chivilcoy, tierra natal del ministro de Interior y Transporte.



Scioli destacó en el acto "el trabajo del compañero Florencio" Randazzo con quien "compartimos el recuerdo de cuando despedimos y vimos por última vez a Néstor (Kirchner), cuando estuvimos juntos en aquel institucional que significó sólo su despedida física porque le siguió el compromiso con sus políticas que hoy se profundizan y se ponen en valor a lo largo del tiempo".

Asimismo, resaltó el trabajo del arquitecto Luis Bontempo, "que acompañó a Néstor y Cristina y su obra, desde la Secretaría de Vivienda está emblemáticamente representada en esta torre que es una expresión de una Argentina que estaba abandonada y que hoy se está reconstruyendo".

El mandatario bonaerense y candidato presidencial agregó que "cuando uno gobierna tiene prioridades" y que "las soluciones habitacionales son una de ellas".

"Un municipio como Chivilcoy es hoy una referencia no solo provincial sino también nacional", sostuvo, por lo que instó a que a futuro "exista una universidad (Nacional de Chivilcoy) para continuar agregando valor y avanzando en la reindustrialización de la provincia y el país".

"Como dice Cristina, 'no fue Magia', y todo esto fue el resultado del trabajo del un gran equipo", insistió Scioli, quien finalizó el acto con una frase de agradecimiento para con Randazzo : "Gracias a vos fundamentalmente Florencio. A vos y a tu mamá, gracias".

Asemás de Randazzo, acompañaron a Scioli en el acto, su cumpañero de fórmula, Carlos Zannini; el jefe de Gabinete y candidato por el Frente para la Victoria a la gobernación bonaerense, Aníbal Fernández, el secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" de Pedro; y el intendente de Chivilcoy, Darío Speranza.

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