jueves, 8 de octubre de 2015

Dietrich y su insólita mirada sobre la función pública, el dinero y el mundo empresario

En una entrevista radial, el ministro de Transporte porteño sorprendió con una curiosa explicación acerca de la relación entre su rol como funcionario y el dinero que cobra por esa función.


El ministro de transporte porteño, Guillermo Dietrich ensayó una por lo menos curiosa explicación acerca de la relación entre su rol como funcionario y el dinero que cobra por esa función, durante una entrevista con la periodista María O’Donnell, en radio Continental.

Dietrich, un empresario dueño de una de las concesionarias de autos más grandes del país, dijo que la política argentina está mal paga y, con una mal elegida ironía, que buscaría ser Senador porque allí los salarios son superiores.

Tamaña argumentación surgió a propósito de una pregunta sobre la declaración jurada del Jefe de Gobierno en la que se admiten préstamos a Nicolás Caputo, uno de los empresarios que mayor cantidad de contratos tiene con el Gobierno de la Ciudad. 

El ministro de Transporte porteño negó que Caputo sea el mayor contratista del gobierno porteño y, a modo de explicación acerca de esa relación de cercanía entre el empresario y Macri, ensayó la siguiente idea: “yo soy el accionista de una empresa que el año pasado cumplió 50 años y que creó mi  padre. La manejé yo junto a mi hermano, actualmente la maneja solo él ¿Entonces, yo no  podría trabajar en el Gobierno porque tengo una empresa o no podría tener las acciones de mi empresa porque trabajo en el Gobierno?”

Superada esta primera etapa de la argumentación, Dietrich subió la apuesta: “apostaría de que un funcionario  americano, europeo, seguro algún chileno, un  uruguayo, un colombiano, pueden tener sus empresas y de hecho ¿Sino de qué vivís? El sueldo mío (como funcionario público) es de veintipico mil pesos.Yo toda mi vida estuve en el mundo  de la actividad privada, hice un montón de negocios, tengo un estilo de vida y entro al Gobierno y de golpe ¿Qué? ¿Tengo que agarrar y decirle a mi mujer: ‘No sabés qué, nos vamos a mudar de casa’?"

La ya escandalosa argumentación cerró con un muy sui generis reclamo gremial: “en Argentina la verdad que los sueldos son malos y muy malos los de la política en general”.

La periodista María O’Donnell, entonces, retrucó que 70 mil pesos,como gana un senador, no está para nada mal. Ante ese comentario, el funcionario porteño respondió:  “no, bueno, ganan bien los senadores. Voy a tratar de hacerme senador”.

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