martes, 6 de enero de 2015

El conocimiento nos hace responsables

Editorial - Por Soledad Sganga

Patria o buitres no representa ni representó una consigna de resistencia ante una situación determinada, en éste caso "El Fallo Griesa".


Es una consigna que lleva detrás un contenido político que trasciende cualquier frontera.

Hoy parte del mundo se enfrenta a una resquebrajada globalización unilateral, homogénea, y hegemónica y a mismo tiempo, otra parte del mundo se encuentra ante una globalización, heterogénea, tendiente a la universalización, multilateral y multicultural.

El característico poder político, económico, militar tecnológico en manos de las pocas potencias insertas y defensoras de la globalización unilateral, se encuentra en crisis desde el 2008, con la caída de Leman Brothers, sufriendo un gran impacto en sus economías. Es la peor crisis desde la Gran Depresión en 1930.

Mirando un poco más allá del Atlántico, vemos como se han puesto en marcha las tristemente conocidas por nosotros, políticas de ajuste. Propiciadas por los mismos sectores: grupos económicos y financieros, que son los que detentan el poder real.

Políticas de ajuste, de endeudamiento, que han llevado a millones de personas a perder todo. Economías quebradas, que han provocado una desestabilización política tan importante, que en Grecia ya se ha llamado a elecciones anticipadas. Esto es el alimento de los buitres.

Lo que sucede en Europa, es lo que ha sucedido durante décadas en América Latina. Nuestra América Latina ahora representa la contracara de esa pérdida de hegemonía de las potencias angloamericanas que durante años tuvieron el “dominio” del mundo.

El giro hacia otro tipo de globalización, multilateral, multicultural se ve representada en la región con gobiernos que en mayor o menor medida han profundizado los lazos económicos a nivel regional y a nivel mundial, con economías emergentes, como la relación Sur-Sur en búsqueda de nuevos mercados no convencionales. Un modelo económico que fortalece el mercado interno y que impulsa su propia cultura debilitando la cultura impuesta en nuestra América. 

La crisis de 2008 cambio las reglas del juego, contrapuso dos tendencias antagónicas, que en definitiva no es más que la puja por el poder real, nuevas formas de lucha, derribar otro tipo de dependencia distinta a la de 1800, la dependencia de los años 2000.

Ya lo dijo Perón “el año 2000 no encontrará unidos o dominados. La aparición de Chavez, Lula, Néstor, Evo, Correa, Dilma y Cristina han hecho que la región encuentre una sintonía histórica. 

Esa sintonía es una fortaleza que con mucho esfuerzo ha amortiguado los coletazos de la crisis, siendo las economías emergentes el factor dinámico de la economía mundial.

La lucha por la multilateralidad ha hecho posible que países como Bolivia, un país históricamente despreciado, haya desarrollado la tecnología capaz de lanzar un satélite. Lo mismo Argentina con el ArSat. Esto no sólo representa un logro o un avance tecnológico sino que es la prueba de cómo con voluntad política se recupera soberanía e independencia y se le devuelve dignidad a los pueblos.

Una clara muestra de fortalecimiento regional ante la pérdida de poder de las potencias que hasta ahora monopolizaron los hilos del mundo. 

Obviamente que este escenario político y económico no es del agrado de los sectores financieros tanto internos como externos.

El apoyo que ha tenido nuestro país ante los embates de los fondos buitres en connivencia con un juez municipal de Estados Unidos, junto con la tibia posición del ejecutivo de ese país ante la presión de lobby y otros factores, es la muestra clara de que hemos dejado de ser el patio trasero. Que fuimos capaces de recuperar nuestra independencia, nuestra soberanía y nuestra dignidad como país ante el mundo. Contamos con un amplio apoyo mundial. 

Tanto intentaron doblegarnos y no pudieron. Fue tan burda la maniobra que intentaron, que la cláusula RUFO dejó de tener vigencia. Y no sólo eso, sino que nuestro país llevó el caso a todos los foros internacionales, obteniendo un amplísimo apoyo. El resultado: la Organización de Naciones Unidas avanzó en la construcción de un marco regulatorio internacional para conducir los procesos de reestructuración de deuda soberanas. Un proyecto impulsado por nuestro país y el G-77 más China.

“Los países miembro de la ONU reunidos en la Asamblea General demostraron la firme voluntad política de avanzar hacia la creación de una nueva arquitectura financiera internacional que privilegie los valores del crecimiento, la inclusión social y el desarrollo de los pueblos, en lugar de la usura y la especulación”, expresó la Cancillería a través de un comunicado el jueves 1 de enero.

Y llegado el 2015, seguimos cumpliendo con los pagos en tiempo y forma de una deuda que no fue contraída por este gobierno. El mundo, alborotado y en crisis sigue girando. No han logrado doblegarnos, ni debilitarnos. Seguimos en pie, implementando políticas anticíclicas para mantener nuestro desarrollo. 

Y vale recordar que todo esto fue posible por una firme decisión política que le dijo NO al Alca, al fortalecimiento y apoyo de los organismos regionales (que deben ser profundizados y fortalecidos) como Mercosur, Unasur, Alba, Celac. Éstos organismo son fundamentales para el mundo que viene. Son los únicos que van a hacer frente a los ataques que intentarán dar éstos grupos financieros, ya sea a través de Cortes internacionales, a través del ALCA, a través de Tratados de Libre Comercio, de la Alianza del Pacífico o de corridas financieras o maniobras especulativas a nivel mundial, como lo es la caída del precio del petróleo.

Es fundamental la creación de un marco regulatorio internacional para evitar que suceda lo que sucedió en el 2014. Que unos pocos pongan o intenten poner en jaque el sistema financiero mundial.
No pudieron, no pueden y no podrán. Porque hace tiempo dejamos de ser el patio trasero. Ahora somos una región fuerte, diversa pero unida capaz de desarrollarse tanto o más que las grandes potencias. 



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