miércoles, 8 de noviembre de 2017

Duhalde busca intervenir el PJ Bonaerense con un guiño de la Rosada

LA PRESENTACIÓN DE CANDIDATURAS VENCE DENTRO DE 8 DÍAS, PERO SE TENSIONA LA INTERNA ENTRE LOS INTENDENTES.

Ante la falta de acuerdo en el PJ Bonaerense comenzó a extenderse la versión de que Eduardo Duhalde avanzará para intervenir el partido. Es que en pocos días vence el plazo para que se presenten las candidaturas y los intendentes creen que el ex presidente interino prepara una presentación con el guiño de la Rosada. 

El jueves 16 de noviembre deben presentar a los candidatos y no logran llegar a un acuerdo. Sin embargo, admiten el temor a que Duhalde aproveche su relación cordial con Mugrizio Macri Blanco Villegas para empujar alguna presentación que les embarre más la cancha.

En el PJ creen que Fernando Espinoza, que tiene intenciones de resistir en la conducción del partido, insistirá en su estrategia original de atrasar las elecciones y que se hagan en marzo en lugar de diciembre. Eso le daría el pie a Duhalde para realizar su presentación.

No obstante, hablan de que el duhaldismo también puede correrlos con la impugnación de dirigentes que jugaron como candidatos en Unidad Ciudadana: Fernando Espinoza, Verónica Magario, Martín Insaurralde y Gustavo Menéndez quedarían complicados de acuerdo a este argumento que cita el caso de la UCR porteña, donde automáticamente quedan descartados como candidatos aquellos que hayan competido en otra fuerza política. 

El escenario sumó especulaciones con la renuncia de Juan Manuel Culotta al juzgado electoral, ya que su lugar quedó vacante y no hay indicios de quién va a asumir. Se cree igual que será un juez cercano al régimen macrifascista, lo que alimenta el temor de que haga lugar a una denuncia de Duhalde. 

La subrogancia de Culotta es hasta el próximo 30 de noviembre, cuando se determinará la titularidad del Juzgado Electoral por medio de un concurso: en ese momento se cubrirá definitivamente la vacante abierta desde la muerte de quien fuera su titular, Manuel Blanco, en septiembre de 2014.

Además de los ribetes judiciales, la mayor preocupación de los intendentes es lo caótica que se tornó la disputa interna. Algunos llegaron a un consenso: que no presidan el partido aquellos que tengan aspiraciones a gobernador, porque lo aprovecharían como un trampolín para sus candidaturas y no para reconstruir al partido. Esta idea también dejaría afuera a Espinoza, Magario, Insaurralde y el propio Menéndez.

El consenso de la mayoría es que tiene que ser un intendente o ex intendente. También están de acuerdo en "frenar" a Espinoza. Sin embargo, a partir de ese punto, no se ponen de acuerdo. Hay un sector importante que también se opone a Menéndez, convencidos de que aprovecharía al partido como plataforma electoral personal.

Gray aceptaría, pero también tiene dudas. Sabe que cuenta con el apoyo de Mariano Cascallares y se especula que -en última instancia- Insaurralde también terminará dando el visto bueno de no prosperar su idea de instalar a su par de La Costa, Juan Pablo de Jesús. Este grupo tiene la idea de que haya una "transición" y que sea presidido por alguien de más bajo perfil. Se barajaban dos opciones: Alberto Descalzo o Fernando Gray. El primero ya dijo que no quiere ser el candidato, complicado en su distrito donde perdió la última elección. 

Cristina Fernández de Kirchner no apoyaría la candidatura de Descalzo, pero tampoco de Menéndez. Allegados a la ex presidenta repiten que para ella "'el Tano' no es confiable". En cambio, resaltan que con Gray tiene una relación cordial. 

En paralelo, Menéndez se mueve como candidato y hace todo lo posible para instalarse. El lunes encabezó un plenario en Malvinas Argentinas -con el apoyo de su par Leonardo Nardini- al que logró llevar al diputado Felipe Solá, en línea con las negociaciones que su sector promueve con el massismo. 

La asistencia de Solá fue un guiño hacia su candidatura para presidir el PJ Bonaerense. Durante el plenario, Menéndez pidió buscar una lista de unidad y sobre todo de renovación para "volver a enamorar". La idea es que los que fueron parte de la derrota se corran y permitan que el PJ se vuelva una "mesa de diálogo".

Fuentes ligadas a los intendentes que asistieron coincidieron en señalar que Menéndez se está movimiento y está "acumulando" dirigentes -sobre todo suma apoyos en los distritos "sin tierra" donde no hay conducción firme- pero le costará más atraer a alguno de sus pares que hoy están apoyando las otras candidaturas. Lo escuchaban a su lado sus pares de la Primera Sección: Nardini, Descalzo y dos intendentes de perfil más kirchnerista: el de Escobar, Ariel Sujarchuk, y el de Mercedes, Juan Ignacio Ustarroz.

La presencia de Solá fue "para la foto" y marca un camino que inició el intendente massista de Tigre, Julio Zamora, cuando la semana pasada fue a un acto de la CGT con sus pares y se fotografió con Menéndez.

"Es un mensaje. Hay conversaciones con ellos, que incluyen a (Diego) Bossio y también a Massa. Acá no sobra nadie", señaló un intendente que dijo que si bien las puertas están abiertas para todos, hay un sector que "abandonó el PJ" en la última elección, en una chicana hacia Espinoza.

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