LOS ESTUDIANTES QUE DESPUÉS DE MÁS DE UN MES DE CONFLICTO FUERON FINALMENTE RECIBIDOS POR LA MINISTRA DE EDUCACIÓN PORTEÑA, SOLEDAD ACUÑA, EVALUARON QUE NO HUBO CAMBIOS TRAS EL ENCUENTRO. EN ASAMBLEAS EMPEZARON A DISCUTIR LA CONTINUIDAD DE LA TOMA DE LOS COLEGIOS. ACUÑA PIDIÓ EL LEVANTAMIENTO DE LA MEDIDA DE FUERZA CONTRA LA IMPOSICIÓN DE UNA REFORMA EDUCATIVA.
Con pocas respuestas y la férrea convicción de que implementará la reforma educativa a partir del año que viene, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, se reunió finalmente con los alumnos de 140 escuelas secundarias, de las cuales 29 continúan tomadas.
Los estudiantes denunciaron que el encuentro “fue una falta de respeto” y que sienten que “se les rieron en la cara”: empezó una hora después de lo que estaba previsto, muchos presidentes de centros de estudiantes no pudieron expresar su opinión y la ministra los recibió “como si se tratara de un panel de presentación política”.
Por su parte, Acuña dio una conferencia de prensa en la que dijoque "invitamos a todos los estudiantes a participar con propuestas concretas para mejorar la escuela pública. Acabamos de firmar un acta y esperamos avanzar. Creemos que la escuela tiene que reformarse" y volvió a culpar al kirchnerismo y a sectores de izquierda por las tomas.
“Creíamos que iba a ser una mesa de diálogo real, pero no se contestaron todas las preguntas ni se escucharon las voces de todos los actores. Parecía que les importaba muy poco nuestra preocupación real”, relató Teresa Fernández, representante del centro de estudiantes María Claudia Falcone, quien además condenó la actitud de la ministra porque “en ningún momento cambió su discurso ni su postura inicial”.
La reunión se realizó en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, que se propuso como mediadora de este largo conflicto, que ya entró en su cuarta semana, con 29 escuelas tomadas. Acuña obvió la medida de fuerza de los estudiantes durante el encuentro pero después, durante una conferencia de prensa, les pidió que liberaran los establecimientos.
“Confío en que los estudiantes, docentes y familias, van a ser responsables y van a defender la escuela pública”, manifestó la ministra ante las cámaras y reafirmó que desde el régimen fascista porteño no tienen intención en abrir el diálogo sobre la reforma porque “una ley no se negocia, se aplica”.
“Nuestra intención es que el proyecto pueda seguir desarrollándose el año que viene como teníamos previsto, pero enriquecida con los actores educativos”, insistió, al reconocer que el de ayer fue solamente “un espacio para escuchar las inquietudes”.
Así lo sintieron los alumnos, quienes afirmaron que sus principales reclamos no fueron tomados en cuenta. Ellos pedían que se prorrogara la implementación de la reforma, para que pueda ser debatida con todos los actores educativos, ya que hasta el momento el plazo establecido es de cuatro meses. La ministra, en cambio, se comprometió a realizar mesas zonales para “adecuar el proyecto a cada institución” y a subir ayer mismo el documento oficial con los detalles de la reforma. “Pero las promesas no nos alcanzan para analizarla porque no se puede reformar la educación en 4 meses”, expresó Federico Echaüe, presidente del centro de estudiantes del Normal 1.
Los alumnos resaltaron además que la ministra “se contradijo todo el tiempo” porque señaló que “lo único que cuenta” es el documento que subiría ayer a la página web. “Desvalorizó todo lo que había dicho anteriormente, entonces no tiene validez todo lo que habíamos discutido”, finalizó Echaüe.
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