jueves, 25 de mayo de 2017

El Papa Francisco recibió a Donald Trump en el Vaticano

"ES UN GRAN HONOR ESTAR AQUÍ", DIJO EL MANDATARIO ESTADOUNIDENSE AL SALUDAR EL PONTÍFICE CON UN APRETÓN DE MANOS. EL ENCUENTRO DURÓ 27 MINUTOS Y FUE EL PRIMER ACTO DE LA GIRA EUROPEA TRUMP.


El Papa Francisco y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se reunieron ayer en el Vaticano durante 27 minutos, y después procedieron a la entrega de regalos y a la presentación de la delegación estadounidense.

Trump llegó acompañado de su esposa, Melania, quien estaba vestida de negro, con el pelo recogido y ataviada con una mantilla corta negra, y fueron escoltados por los gentilhombres del Papa y la Guardia Suiza a los apartamentos pontificios.

El mandatario y el pontífice se saludaron con un apretón de manos. "Es un gran honor estar aquí", dijo Trump.

Después, el presidente estadounidense entró solo en la llamada Sala del Tronetto, anexa a la biblioteca privada, donde se produjo el saludo con Francisco.

Francisco recibió a Trump con un "encantado de conocerle" y posteriormente ambos pasaron a la biblioteca privada, donde se sentaron uno frente a otro ante un escritorio y tras algunos segundos de conversación informal, los fotógrafos, cámaras de televisión y periodistas fueron invitados a abandonar la sala y comenzó el diálogo privado, con la ayuda de intérpretes.

El Papa se justificó ante el presidente estadounidense de que no habla correctamente inglés, a lo que Trump le contestó que no es así.

La reunión privada comenzó a las 08:33, hora local y duró algo más que los veinte minutos que suelen durar las conversaciones del Papa con los jefes de Estado y Gobierno que lo visitan, y ayer, el Pontífice tenía previsto presidir posteriormente la audiencia general en la Plaza de San Pedro.

Después, Trump presentó a la delegación. Francisco saludó con cordialidad a Melania, y después bendijo un objeto que la esposa del presidente tenía en la mano. También Ivanka dijo algunas palabras al Pontífice, quien la escuchó sin hablar. Después, en la tradicional entrega de regalos, Trump le dio un libro en una elegante caja.

Francisco, por su parte, le entregó sus tres escritos principales: las encíclicas Evangelii Gaudium y Laudato Si, la exhortación Amoris Laetitia y su último mensaje en la jornada de paz; además, bendijo un rosario que se le presentó en una bandeja delante de los Trump.

Pero el regalo más simbólico fue el medallón de bronce que regala a muchos jefes de Estado, que representa un olivo que crece entre una piedra partida. Le explicó entonces a Trump, con ayuda de su intérprete, que le gusta regalarlo para que los mandatarios sean "unión para la paz".

Trump partió de Villa Taverna, residencia del embajador de los Estados Unidos, donde se alojaba la delegación estadounidense, y llegó al Patio de San Dámaso del Vaticano a las 08:20, hora italiana, en medio de fuertes medidas de seguridad y de un cortejo presidencial de medio centenar de vehículos.

Además de su esposa, el presidente está acompañado, en su visita a Roma, por su hija mayor, Ivanka, y su yerno, Jared Kushner, parte del grupo de doce personas que estuvo con el Papa y entró en el pequeño Estado a través de la puerta del Perugino, tras circular por la Vía de la Conciliazione.

La delegación estadounidense estaba compuesta por el secretario de Estado, Rex Tillerson; el asesor de seguridad nacional, el teniente general H.R. McMaster, y la portavoz presidencial, Hope Hicks, además de por otras ocho personas más una intérprete.

Mientras duró la reunión, Melania e Ivanka Trump visitaron la Capilla Paolina y la Sala Regia del Vaticano, y después esperaron charlando con la delegación y representantes del Vaticano en una sala adyacente.

En el patio de San Dámaso, la delegación estadounidense recibió los honores de un piquete de la Guardia Suiza, y Trump y su esposa fueron recibidos por el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Gänswein, quien dijo a Trump que era "un honor" recibirlo.

Trump y sus asesores, entre ellos, Kushner, se reunieron después con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, mientras Melania e Ivanka visitaban la Sala Regia y la Sala Clementina, y después, junto con el presidente de los Estados Unidos, admiraron la Capilla Sixtina y entraron en la basílica de San Pedro.

La agenda de Trump continuó con una reunión con el jefe de Estado italiano, Sergio Mattarela, en el palacio del Quirinale, sede de la residencia de la república, mientras que Melania Trump visitó el hospital pediátrico de la Santa Sede, el "Bambingesu", y la hija del presidente acudió a la sede de la Comunidad de San Egidio, para un acto sobre el tráfico de personas.

Trump, que llegó a Roma el martes a las 18:30, hora local, partió hacia Bruselas ayer mismo, después de pasar sólo 19 horas en la capital italiana.

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