martes, 20 de marzo de 2012

Macrismo: ¿Quién incita el cierre de grados?

El funcionario de Macri que avanza con el cierre de grados tiene una larga trayectoria en la escuela privada y pasó por la fundación del cura Julio Grassi. En la Ciudad es director general de Educación de Gestión Estatal.

Un artículo publicado ayer por Página/12 -titulado "Mano dura en las escuelas de gestión estatal"- hace referencia a Maximiliano Gulmanelli, quién desde hace tres meses se hizo cargo de la dirección de Educación de Gestión Estatal del Ministerio de Educación porteño.

Según consigna el matutino, Gulmanelli "es un hombre de larga trayectoria en la escuela privada y de fuertes vinculaciones con la Iglesia Católica, al punto de que es fundador de una organización político-social cristiana que tiene como inspirador a Alcide De Gasperi, un dirigente italiano que se destacó por ser un fervoroso anticomunista".

Gulmanelli es hoy quien impulsa el cierre de grados en las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires, una medida que “demuestra que trabaja para la educación privada y que perjudica a la educación pública”, le dijo a Página/12 Eduardo López, secretario general de UTE-Ctera.

La entidad gremial inició un plan de lucha contra la resolución de Gulmanelli de disponer el cierre de 221 grados en escuelas primarias, secundarias y técnicas de la Ciudad.

"En el currículum oficial de Gulmanelli, que puede ser consultado en sus páginas de Facebook o Twitter, hay un dato importante que es mantenido oculto: durante años fue coordinador general de Hogares de la Fundación Felices los Niños, conducida por el cura Julio César Grassi, hoy con prisión domiciliaria por estar condenado a 15 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores", revela el artículo del periodista Carlos Rodríguez. "Gulmanelli es además el hombre que les negó dos micros a chicos de la Villa 31 para que pudieran viajar a la escuela", agrega.

Como funcionario, su primera aproximación fue durante la toma de escuelas secundarias, en el año 2010. En esa ocasión se animó a debatir personalmente con los alumnos que se habían movilizado hasta la sede del Ministerio de Educación porteño. Gulmanelli, quien entonces estaba al frente de la Unidad de Apoyo a la Comunidad Educativa, aseguró que el gobierno porteño había cumplido con las becas y con la entrega de viandas, pero no le creyeron. La reunión terminó muy mal para él, porque fue desmentido y abucheado por los estudiantes.

En este mes de marzo de 2012, el funcionario tuvo otro contacto directo, esta vez con los vecinos de las villas 31 y 31 Bis. Los recibió para tratar de zanjar las diferencias surgidas a partir del reclamo de los vecinos para que el gobierno de Macri disponga de micros escolares gratuitos para los chicos de la villa que concurren a escuelas alejadas de su lugar de residencia.

Gulmanelli fue escoltado, durante esa reunión en la sede del ministerio, por un grupo numeroso de agentes de la Policía Metropolitana. “Fue un momento feo, porque nos trataron como si fuéramos delincuentes. Nos vigilaban, nos miraban, sólo faltó que nos olfatearan o que nos palparan de armas”, le contó a Página/12 una de las madres que participó de ese encuentro.

El dirigente de UTE-Ctera, Eduardo López, resaltó que la vinculación de Maximiliano Gulmanelli con la fundación de Grassi “no aparece en su currículum”. También lo recalcó la diputada porteña de Nuevo Encuentro, Gabriela Cerruti: “Este señor, que es un hombre del Episcopado, es el que cierra los cursos de las escuelas públicas mientras suben los subsidios a las privadas. Es miembro fundador de la Red Luján, red de dirigentes políticos cristianos, y fue docente en el asesor del padre Grassi y coordinador general de Hogares de la Fundación Felices los Niños; paradójicamente, estos datos los omite en su currículum”.

Además de su experiencia en la escuela privada, Gulmanelli participa en la Fundación Fragua, que busca “servir al bien común mediante la participación política y la vivencia de valores cívicos y republicanos”.

También fue fundador de la Red Luján, integrada por “dirigentes políticos cristianos” que se declaran seguidores del italiano Alcide De Gasperi. Este político, que estuvo preso durante la época de Mussolini, luego se convirtió en líder de la Democracia Cristiana y combatió desde ese lugar al Partido Comunista italiano. En la Legislatura porteña, Gulmanelli fue asesor de Santiago de Estrada, jefe de la bancada del PRO y ex interventor en el PAMI durante la dictadura militar, entre otros cargos.

En resumen: otro hijo de puta que encontró en el PRO su lugar en el mundo.

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