LAS ORGANIZACIONES DE INVESTIGADORES, QUE OCUPAN EN FORMA PACÍFICA EL POLO CIENTÍFICO, PARA RECLAMAR EL REINGRESO AL CONICET SE MANIFIESTARON AYER A LA MAÑANA EN EL CRUCE DE GODOY CRUZ Y PARAGUAY. LOS COLECTIVOS LE CONTESTARON AL MINISTRO LINO BARAÑAO Y LE PIDIERON "QUE SEA HONESTO".
Los científicos y becarios autoconvocados que mantienen la toma pacífica de las instalaciones del Ministerio de Ciencia y Tecnología desde hace más de 48 horas cortaron el tránsito ayer a la mañana en la esquina del Polo Centífico Tecnológico y reclamaron la reanudación de las negociaciones para reincorporar a los 500 científicos excluidos del Conicet a principios de año.
“Vamos a seguir acá porque no ha habido ningún contacto del ministerio ni de la Secretaría de Políticas Universitarias y el ministro Lino Barañao sigue mintiendo en los medios”, denunció Mercedes García Carrillo, de Jóvenes Científicos Precarizados (JCP), una de las organizaciones que nuclean a los investigadores que sostienen la medida de fuerza en el edificio ubicado en la calle Godoy Cruz 2320, en el porteño barrio de Palermo.
Ayer a la mañana y durante el resto del día, los investigadores afectados, junto a otras organizaciones y partidos políticos que se solidarizaron con su reclamo, realizaron un “abrazo al Conicet” para resaltar que “la ciencia pende de un hilo”, frente a la propuesta del régimen macrifascista de que los científicos excluidos se desempeñen en universidades, pero con ingresos menores y sin la estabilidad que incluye la carrera del investigador.
Las organizaciones aseguran que incumple más de un apartado del acta acuerdo firmada en diciembre, según la cual se comprometieron a reubicarlos en las mismas condiciones laborales que tendrían con un cargo en el Conicet. Todos los colectivos que nuclean a los investigadores escribieron una “carta abierta” en la que resaltaron al ministro Barañao que “el camino del diálogo es el diálogo honesto”, tras sus polémicas declaraciones de los últimos días negando los pedidos de los científicos e incluso criticándolos por la medida de fuerza.
En el documento, le pidieron al ministro que cumpla “con los acuerdos empeñados” y deje de estigmatizarlos “a través de la mentira y la difamación”.
“El camino para la solución de este conflicto es simple: honrar los compromisos asumidos”, resaltaron categóricos y citaron una frase en latín para destacar que “lo pactado obliga”.
En declaraciones radiales, ayer a la mañana Barañao volvió a la carga contra la toma del ministerio, negó que hubiera “despedidos ni expulsados” e incluso manifestó que “esta gente quedó afuera y ahora en lugar de tener que buscarse ellos mismos otro trabajo, los estamos ubicando nosotros”. Según el ministro, “esa es la perspectiva del conflicto” y además apuntó que “ya se está solucionando” porque se firmaron los convenios con las universidades y les están llegando a los becarios “las ofertas concretas de investigación”.
Los investigadores lo desmintieron porque contaron que las instituciones enviaron cartas de universidades del interior “diciendo que estarían tal vez interesados en contratarlos”.
“Eso no es lo mismo que mantener el cargo que ellos tenían en la universidad o en el laboratorio para seguir haciendo el trabajo que tenían y tampoco respeta la línea de investigación”, puntualizó García Carrillo.
Al ser consultado sobre el pedido específico de las organizaciones de agregar un apartado que equipare los sueldos con los del Conicet, ya que los que les están ofreciendo “son un 30 por ciento más bajos”, Barañao manifestó que “no es así: hoy cobran una beca que se acaba. Puede ser menos de lo que cobra un investigador pero estos becarios no tienen cargo de investigador. Esto es mucho más que cero, que es lo que tendrían a partir de enero. No entraron y es algo que todavía les cuesta ver".
Las organizaciones también lo niegan. “Es una mentira de alto nivel de descaro porque los investigadores ganaron su cargo después de dos instancias de evaluación porque el mecanismo siempre fue el mismo, pero el Conicet fue el que decidió después no dar los fondos para el trabajo que ellos habían ganado”, aclaró García Carrillo.
Otra de las cuestiones importantes en el conflicto es la tipificación del cargo al que van a acceder en las universidades donde serán trasladados y la estabilidad que tendrán, teniendo en cuenta que en dos años deberán volver a concursar para mantener su fuente de trabajo. Según Barañao, “será muy fácil que mantengan su cargo en caso de que presenten las investigaciones”, aunque García Carrillo explicó que los científicos “están expuestos a perderlo” porque, de estar en un cargo temporal de dedicación semi exclusiva luego deberán concursar a una de dedicación exclusiva, renunciando a la que ya tenían. “Además un becario postdoctoral tiene que tener si o si tiempo para poder investigar, esto no es lo que se nos prometió en diciembre, cuando aseguraron que habría continuidad de las líneas de investigación”, insistió.
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