LUEGO DE HABERSE MANIFESTADO FRENTE AL MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL, LOS GREMIOS QUE REALIZAN UNA NUEVA MEDIDA DE FUERZA SE CONCENTRAN FRENTE AL CONGRESO NACIONAL PARA EXIGIR LA REAPERTURA DE LAS NEGOCIACIONES SALARIALES, ADEMÁS DE LA REINCORPORACIÓN DE DESPEDIDOS ENTRE OTRAS DEMANDAS.

El gremialista resumió que el paro nacional de ayer fue contra lo que calificó como "una nueva reforma del Estado" y consideró que "lo único que puede hacer cambiar esa actitud son medidas de fuerza más contundentes de parte de los trabajadores".
La protesta se adelantó a la huelga general que acordó la CGT, aunque sin fecha cierta a la espera de una reunión que sus dirigentes sostendrán mañana con el ministro de Hacienda, Alfonso Prat el Gay.
"El retraso salarial es muy grande", dijo Godoy, quien precisó que los empleados públicos acordaron un aumento salarial anual de 27 por ciento en tres cuotas, "mientras la inflación de agosto a agosto ha sido del 45. Esto implica una pérdida muy alta en los sueldos".

Por su parte, el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, afirmó que con el paro buscaron abrir un "canal de diálogo" con el régimen, aunque se quejó de que los funcionarios "no aflojan". Asimismo, aclaró que la idea "no es seguir haciendo paros" porque "es muy incómodo movilizar" y que la idea es "resolver los problemas" que tienen los trabajadores del Estado.
"Para nosotros es muy incómodo movilizar, no es lo que nos agrada. Es una herramienta que la usamos cuando el diálogo se termina", expresó y aclaró que la protesta "no tiene nada que ver con el marco ideológico" del régimen sino con el "daño" que están sufriendo los trabajadores.
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