miércoles, 2 de marzo de 2011

Desde el Congreso, Cristina llamó a los trabajadores a defender el modelo y negó haber propuesto una reforma constitucional: "Hablar de eternidad parece un chiste de humor negro"

Cristina Kirchner inició su discurso de apertura del nuevo año legislativo recordando el escenario en el que asumió la presidencia, muy distinto al que le había tocado a su antecesor y ex presidente Néstor Kirchner, quien "marcó el camino para que la Argentina creciera como nunca en sus 200 años de historia". Destacó la inclusión social del modelo económico vigente que, con un crecimiento del 9,1 por ciento en 2010, permitió superar la última crisis mundial. Reivindicó el desendeudamiento inédito iniciado en 2004 que bajó el peso de la deuda externa del 156 por ciento del PBI al 36 por ciento actual, y subrayó el récord histórico de reservas, que hoy superan los 52 mil millones de dólares. En materia de recaudación, solicitó al Congreso que trate la ley penal tributaria y la de lavado de dinero. Exhortó a las entidades bancarias, "de muy buena rentabilidad", a reorientar el crédito "para sostener la inversión y el crecimiento". Anunció la extensión de la Asignación Universal por Hijo a todas las mujeres embarazadas a partir del tercer mes de embarazo, que empezará a distribuirse a partir del 1 de mayo. Acerca de la seguridad, criticó la "especulación política electoral" de un tema tan sensible, reivindicó la creación del nuevo Ministerio a cargo de Nilda Garré, y anticipó que en pocos días se dará a conocer una "reestructuración general" de la Policía Federal.

Al negar cualquier posibilidad de discutir una reforma constitucional que le permitiera una re-reelección, CFK se preguntó si "alguien me ha oído decir que me presentaré a la reelección en 2011", criticó la pobre producción parlamentaria de 2010 y exhortó "a debatir" a la oposición todas las leyes pendientes de sanción, entre ellas las ya mencionadas ley tributaria y de lavado de dinero, a las que agregó la "ley de trabajo rural, para eliminar definitivamente la vergüenza del trabajo esclavo; la nueva ley de software, de trabajo domiciliario, y la ley de propiedad de la tierra, que tiene que ser inteligente para que no sea acusada de refractaria a las inversiones, ni de xenofóbica ni chauvinista". Reclamó también la sanción de una nueva ley de adopción.

La presidenta Cristina Kirchner exhortó a seguir apostando a la "construcción de certezas" que permitieron que -de 2003 a la fecha- el país "creciera como nunca lo hizo en toda su vida institucional", y negó que impulse una reforma constitucional para posibilitar su "eternización" en el poder, al señalar que se trata de "campañas destructivas" que buscan desviar la atención de los "problemas que faltan resolver".

Al pronunciar el último mensaje de su actual mandato -que se extendió durante una hora y cuarenta minutos- ante la Asamblea Legislativa, hizo un repaso del crecimiento en las distintas áreas, y destacó la extensión de la Asignación Universal por Hijo a las embarazadas, el traspaso de la confección de los pasaportes y las cédulas al Ministerio del Interior, y el envío al Congreso de leyes de propiedad de tierras y de adopción, así como un nuevo impulso a las ya enviadas sobre trabajo esclavo y lavado de dinero.

Acerca de su posible re-reelección en 2015, Cristina se preguntó "si no he podido lograr que me aprueben el presupuesto, ¿alguien me puede explicar cómo voy a lograr una reforma constitucional? (...) Pero además, ¿alguno me ha escuchado decir que voy a la reelección en 2011? No se hagan los rulos", agregó. La Presidenta habló de una "campaña difamatoria y distractiva" para distraer de la "verdadera discusión que debe ser la de resolver los problemas que faltan resolver a los argentinos".

Ante un recinto colmado de legisladores, ministros, sindicalistas, integrantes de la Corte Suprema y de organismos derechos humanos, la mandataria inició su discurso a las 11:53. Cristina le pidió a los sindicatos "no convertir en rehenes a usuarios y consumidores" y "no utilizar la misma lógica que criticamos de los monopolios", y agregó: "Quiero seguir siendo compañera y no cómplice de maniobras que siempre terminan perjudicando a los trabajadores que viajan en colectivo, en avión o en trenes. (...) Con la excusa del mal funcionamiento de los servicios buscan arrasar con el país" remató. Y agregó: "Convoco a mis compañeros, los trabajadores, a defender el modelo".

En cuanto al tema de la seguridad, la mandataria pidió "no someter el tema a discusiones ni tironeos infantiles", y pidió que "no se haga una utilización mediática o publicitaria con fines electorales" de la cuestión.

Adelantó que en los próximos días el ministerio de Seguridad, a cargo de Nilda Garré, anunciará una reestructuración en la Policía Federal.

Acerca de la ampliación -a partir del 1 de mayo- de la asignación universal a las mujeres embarazadas a partir del tercer mes, aclaró que era una "apuesta a la vida, con el objetivo de bajar la mortalidad infantil y materno-infantil". Luego de exhortar a la oposición a debatir todos los temas pendientes en el ámbito del Parlamento, reclamó la asanción de una nueva ley de adopción "que proteja los intereses de los niños y que evite que las familias desesperadas por adoptar lleguen a cometer actos ilegales".

En materia económica recordó que "nos discutieron desde el primer día que el modelo a seguir era el que se había derrumbado en Wall Sreet, pero nosotros, terca y empecinadamente, insistimos con nuestro propio modelo de desarrollo y acumulación, con una matriz diversificada e inclusión social, y no nos equivocamos", señaló. Cristina destacó el crecimiento récord de las reservas del Banco Central, con un promedio del 11,8 por ciento entre 2003 y 2010, año en el que alcanzó su propio récord histórico, el 13,4 por ciento, con 52.350 millones de dólares. Defendió la política de desendeudamiento en marcha y destacó lo "paradójico" del crecimiento de las reservas "el año en que utilizamos esos mismos recursos sin solicitar ningún crédito a los organismos internacionales", recuperando la confianza internacional del país.

Señaló que el desendeudamiento iniciado en 2004 fue "el más importante que se tenga memoria en la República Argentina", que bajó la deuda del 156 al 36,5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI).

A los números del desendeudamiento y el crecimiento, la Presidenta sumó las estadísticas de recaudación en distintos sectores laborales y la transferencia de recursos nacionales a las provincias. "Hemos tenido durante 2010 una recaudación récord en los distintos sectores productivos", resumió.

Solicitó al Congreso que "trate la ley penal tributaria para que quienes evadan vayan presos". En ese contexto, subrayó que el campo, al que calificó como "uno de los sectores más dinámicos de la economía, solamente aporta el 2,8 por ciento de la recaudación", por lo que no descartó que haya existido una evasión que, advirtió, "debe ser abordada". Destacó la creación del Ministerio de Agricultura, la producción de 100 millones de toneladas de granos, y advirtió que a pesar de que muchos denunciaban que se importaría carne, no solo no se importó sino que se exportó. La Presidenta indicó que el próximo paso será sumar a la cadena de producción a los productores agrarios.

Respecto a la política de derechos humanos, la jefa de Estado destacó el avance judicial de las causas y el aumento en el número de condenados y procesados, aunque señaló que "no son números que alegren, sino que hablan de la necesidad de terminar con un proceso histórico con la ley, la Constitución y la justicia en la mano, sin rencor, para clausurar esa etapa histórica".

Sobre la Educación, la jefa de Estado apuntó que superó su compromiso de terminar el Programa 700 escuelas, lanzado por Kirchner en 2004, y destacó que ya fueron inauguradas 1097. Al ratificar el compromiso de su administración con la educación pública, aseguró que es necesario dar un "salto cualitativo" porque "ya no hay excusa para no hacerlo.(...) En 2003, se invertía el 2 por ciento del PBI en Educación y el 5 por ciento en el pago de la deuda externa. Hoy se ha invertido esa proporción y se invierte 6,47 por ciento en educación y 2 por ciento para el pago de la deuda", señaló la mandataria.

Instó al sistema financiero a "reorientar" la cartera de crédito para "sostener la inversión y el crecimiento" y recordó la "muy buena rentabilidad" de las entidades. Para hacerlo resaltó que en la década de 1990 la rentabilidad de las entidades financieras era de 3,9 por ciento y el año pasado llegó al 20,5 por ciento. En ese sentido, destacó que el Banco Nación "lidera el ranking en materia de financiamiento".

Respecto del crecimiento industrial, la mandataria señaló que "ha sido de más del 87 por ciento" y resaltó el aumento de la fabricación de productos argentinos de consumo popular como una "formidable sustitución de importaciones". En ese contexto destacó el incremento de la fabricación de celulares, lavarropas y LCD, entre otros productos, como un "formidable" aporte a la balanza comercial que "permite seguir sosteniendo uno de los pilares básicos como ha sido el superávit comercial, que ha superado los 12 mil millones de dólares". "El gran desafio está en profundizar este desarrollo industrial, avanzando en tecnología, incorporando valor agregado y ampliando las cadenas de valor", advirtió.

Más adelante afirmó que "no nos vamos a someter a ninguna presión para distorsionar el rumbo. Estamos defendiendo los logros productivos alcanzados que para nosotros son verdaderos pilares del crecimiento con trabajo para los argentinos", en referencia a "los sectores que empujan devaluaciones que sirven sólo a sus intereses".

En materia energética, dijo que en 2003 hubo un pico récord de demanda en materia energética de 14.350 megavatios en el país y que en 2010 ese índice pasó a ser de 20.842 megavatios. "Esto se explica por el crecimiento de la actividad económica", sostuvo y resaltó: "La energía no es sólo número económico sino también un indicador social" que refleja el crecimiento de las industrias y el acceso de nuevas familias a la utilización de este servicio.

Por último, remarcó que desde 2003 "a la Casa de Gobierno no la manejan las corporaciones", pidió "no renunciar a la política para entregar las decisiones a las corporaciones" y llamó a "no tener miedo, que nadie es eterno, ni eterna" en el poder. "No perdamos la oportunidad. Sabemos cúal es el camino. En las próximas elecciones, la ciudadanía decidirá quién es la persona que más actitudes tiene para seguir adelante construyendo un país diferente. Dejen que la gente decida", concluyó.

En horas de la tarde de ayer, luego de finalizado el discurso de la Presidenta, Jaime Durán Barba, asesor de imágen de Mauricio Macri, se comunicó telefónicamente con Aníbal Fernández, para solicitarle una copia del video y la transcripción del discurso de Cristina. "Es para pasárselo varias veces al pelotudo de Mauricio, a ver si de una puta vez aprende algo", le dijo el ecuatoriano al jefe de gabinete.

VER EL VIDEO DEL DISCURSO COMPLETO DE LA PRESIDENTA

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