sábado, 7 de abril de 2012

La verdad sobre el allanamiento a una propiedad de Boudou

El miércoles se ordenó un allanamiento a un departamento en Puerto Madero, propiedad del vicepresidente de la Nación. La investigación certera y las versiones falsas.

El dato duro, lejos de todo el revuelo mediático que generaron los medios hegemónicos para perjudicar a Amado Boudou, es el siguiente: el miércoles pasado, ante la solicitud del fiscal Carlos Rívolo, el juez federal Daniel Rafecas ordenó el allanamiento del departamento ubicado en Juana Manso 740, piso 25, en Puerto Madero, propiedad del vicepresidente de la Nación.

La primera falsedad publicada por Clarín es que esta propiedad no es la vivienda particular del vicepresidente sino que es un inmueble que se encuentra alquilado. Desde hace dos años está rentado por Fabián Carosso Donatiello, como constaría, según fuentes de acceso a la causa, en el expediente.

Tiempo Argentino fue mas alla e investigó su situación. El abogado Carosso Donatiello está radicado en Madrid desde 2010, y ha visitado la Argentina con cierta periodicidad. Los viajes de Carosso Donatiello pueden comprobarse en los informes que la Dirección Nacional de Migraciones presentó en sede judicial. También trascendió que Carroso Donatiello alquiló el inmueble a mediados de junio de 2010, mediante la gestión realizada por su amigo Alejandro Vandenbroele y por José María Núnez Carmona, este último, amigo personal de Boudou desde la juventud.

Del allanamiento se desprenden dos situaciones. Por un lado lo encontrado en el inmueble en sí. Según se especificó estaría deshabitado desde hace dos meses y que allí se localizaron tres teléfonos inalámbricos. También se urgó en la administración del edificio y en el lugar se encontró un recibo que mostraría que Vandenbroele habría pagado en el Banco Santander Río en agosto de 2011 las expensas del departamento alquilado por su amigo radicado en España.

Allí el pasquín envuelve huevos también dio una información falsa al decir que Vandenbroele le había pagado las expensas a Boudou. Por el simple hecho de que las expensas las paga el locatario a quien a este elige para que lo represente ante la administración del consorcio y no, como se da a entender, al propietario. Además Vandenbroele sería el contacto que presentó Carosso Donatiello ante la administración del inmueble para que lo informen ante inconvenientes o novedades que hubiera en el edificio.

Hasta aquí lo único que se puede inferir es que José María Núnez Carmona, amigo de Boudou, fue uno de los que ayudó en la gestión del alquiler de Carroso Donatiello de la propiedad en cuestión. Al parecer y por las vinculaciones administrativas el abogado sería amigo de Vandenbriele pero no hay relación confirmada entre él y el vicepresidente.

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