Después de un día caluroso, una intensa tormenta produjo ayer voladura de techos, caída de árboles y cortes de energía en el área metropolitana. Se registró un fuerte tornado en Chivilcoy y Junín y un cartel se desplomó en la Panamericana.
El primer lunes de diciembre hizo olvidar la primavera. Con temperaturas que llegaron a los 40 grados de sensación térmica, la jornada de ayer se volvió imposible de tolerar al aire libre. Sin embargo, la tarde llegó con tormentas fuertes en Capital y la provincia de Buenos aires, con consecuencias graves en Chivilcoy y Junín, donde se registró un tornado.
El temporal provocó distintos tipos de trastornos en la Ciudad y sus alrededores. Las líneas del tren Roca, San Martín, Urquiza, Mitre y Belgrano Sur debieron interrumpir el servicio por la caída de árboles. La mayoría de ellas pudo restablecer el funcionamiento tras el trabajo de operarios para liberar las vías.
Además, se cayó un cartel en la Panamericana y varios árboles en diversos barrios de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
La municipalidad de Chivilcoy declaró la emergencia climática por el temporal, que afectó a gran parte de la localidad. El intendente Aníbal Pitelli, señaló que tras el paso del vendaval "la ciudad quedó devastada" y apuntó que hubo "50 familias que perdieron sus casas".
Pitelli aclaró que "hay heridos leves pero no víctimas" a raíz del fenónemo que derribó árboles, cables de servicios de electricidad, televisión y teléfonos, y provocó la voladura de techos de viviendas.
"Estamos de pie y coordinando, tenemos que conservar la calma", señaló el jefe comunal, y remarcó que "Defensa Civil de la provincia está enviando personal".
Además, reveló a la televisión porteña que "la luz fue cortada preventivamente y se va a restaurar a partir de mañana (por hoy)", cuando también prevé iniciar "como corresponde la reconstrucción y un trabajo de limpieza de la ciudad que no va a durar menos de diez días".
Carlos Arregui, presidente de los Bomberos Voluntarios de Chivilcoy, estimó que allí "lo que se vivió fue un tornado. Toda la ciudad está sin luz y las rutas están cortadas".
Una situación similar, aunque de menor volumen, se reportó en la ciudad de Junín, donde agentes de Defensa Civil y bomberos voluntarios debieron asistir a la población por la voladura de techos y caída de árboles.
Por otra parte, en localidades de la zona oeste del Gran Buenos Aires, como Ituzaingó, Moreno y Morón hubo caída esporádica de granizo, mientras reportes viales señalaron que desde las 15 hubo lluvias intensas sobre la ruta 2, camino a la costa atlántica.
En la ciudad de Buenos Aires la lluvia que comenzó pasadas las 18 y llegó acompañada por ráfagas de vientos fuertes que derribaron un cartel en la ruta Panamericana, provocaron la caída de ramas en distintos barrios y abrieron sorpresivamente los ventanales de varias oficinas del microcentro.
Una hora después del meteoro, la salida del sol cambió el ánimo de los porteños, aunque las autoridades de la ciudad aconsejaron por la persistencia de la lluvia "mantener distancia de frenado, luces bajas encendidas, no realizar maniobras bruscas y respetar velocidades máximas".
El Servicio Meteorológico Nacional emitió ayer un alerta por vientos intensos para el sur bonaerense y la Patagonia, y señaló que esas condiciones pueden mejorar hoy.
Los meteorólogos estimaron que las ráfagas podían alcanzar los 80 kilómetros por hora y superar ese volumen en las zonas cordilleranas.
La ciudad de La Plata, donde ayer se preparaba una marcha en reclamo de justicia por las inundaciones de abril, volvió a ser sacudida por el temporal que dejó varias calles anegadas.
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