viernes, 11 de abril de 2014

Una complicada jornada signada por piquetes afectó a miles de personas en el país

Los piquetes que grupos de izquierda aportaron al paro de Moyano y Barrionuevo lograron que la medida se sintiera en las zonas metropolitanas. En el interior también pesaron. Fuerte rechazo a los cortes.

Dispar adhesión a nivel nacional recibió el paro de actividades convocado por las centrales sindicales opositoras, con un fuerte acatamiento en las áreas metropolitanas provocado por la ausencia de transportes y por piquetes que dificultaron el normal desplazamiento de los trabajadores.

En conferencia de prensa, los secretarios generales de la CGT Azopardo, Hugo Moyano; de la CGT Azul y Blanca, Luís Barrionuevo; y de la CTA disidente, Pablo Micheli, consideraron que la huelga fue "importante" y que con la decisión adoptada han "interpretado la voluntad de la gente".

La jornada de paro comenzó con la denuncia anoche del secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), Roberto Pianelli, de que "patotas" de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) provocaron la interrupción del servicio en al menos dos líneas y que trabajadores recibieron amenazas por no sumarse a la protesta.

En la madrugada, se produjeron incidentes en la autopista Panamericana, a la altura de la localidad bonaerense de General Pacheco, cuando manifestantes se enfrentaron con personal de Gendarmería Nacional apostado en el lugar, situación que dejó un saldo de seis gendarmes heridos y al menos un manifestante detenido, según informó el Ministerio de Seguridad.

Tanto este piquete como los del Puente Pueyrredón, de la colectora de la General Paz y Constituyentes, de la autopista Del Oeste, autopista Illia, la bajada provincial de la autopista Buenos Aires-La Plata y los cortes en las avenidas Corrientes y Callao y Córdoba y Junín, entre otros, que mantenían grupos de izquierda, fueron levantados después del mediodía.

Por la mañana, al hacer una primera evaluación de la huelga, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que los organizadores del paro "pretenden sitiar los grandes centros urbanos" con "un gran piquete nacional y un paro de transporte", al tiempo que consideró que los reclamos que se plantean "no tienen el más mí­nimo sentido" y "no se condicen con la realidad".

En consecuencia, al mediodía, en conferencia de prensa, los sindicalistas aseguraron respecto de los piquetes que quienes "recurren a este método que es totalmente ilegítimo e ilegal, terminan manchando el paro".

En tanto, el diputado nacional y dirigente canillita Omar Plaini remarcó que "no somos nosotros los que convocamos a esa metodología y no haremos ninguna autocrítica al respecto".

"Los dirigentes sindicales que critican la metodología del piquete y los cortes de ruta están a favor del gremialismo dominguero", afirmó el diputado nacional por el Frente de Izquierda, Néstor Pitrola, quien agregó que "los paros generales deben incluir necesariamente la movilización de los trabajadores".

A diferencia de otras ocasiones, en el paro convocado por las CGT Azopardo y Azul y Blanca y un sector de la CTA no hubo convocatoria a una movilización a la Plaza de Mayo, como es tradicional y como lo habían hecho en la huelga del 20 de noviembre de 2012.

La huelga afectó fuerte al transporte de pasajeros, con la paralización de trenes, colectivos, subtes y aviones, pero también estuvo presente en los sectores de recolección de residuos, judiciales, estaciones de servicio, hospitales, peajes, portuarios, gastronómicos, canillitas y panaderos, entre otros.

Además de las entidades sindicales, el paro de ayer contó con el apoyo de cámaras empresariales y patronales, como la Sociedad Rural Argentina y la Federación Agraria Argentina (FAA), que en la conferencia de prensa de la tarde estuvo representada por su presidente, Eduardo Buzzi.

Al ser consultado sobre el tema, Moyano respondió: "¿Cuál es la derecha? Terminemos con eso, es tan tonto. ¿Qué es La Rural? ¿Son enemigos de la Argentina? Tiene sus intereses y los defienden, no podemos decir que porque no comparten nuestras ideas son enemigos letales ¡Es tan tonto eso! Eso le pasa al Gobierno".

"Si no fuera por el campo, que es el que mayor aporte hace a la economía del país, estaríamos peor de lo que estamos, ésta es la realidad", acotó el camionero.

La respuesta de Moyano estuvo dirigida al comunicado conjunto de dirigentes kirchneristas en el que se preguntaron "¿qué dirían Perón y Evita de un paro apoyado por la Sociedad Rural?" y aseguraron que algunos dirigentes sindicales opositores pasaron de "de la Marcha Federal al paro de la SRA y Magnetto, sin escalas".

El comunicado lo firmaron el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; y los legisladores Edgardo Depetri, Jorge Rivas, Carlos Raimundi, Juan Cabandié, Eduardo De Pedro, Andrés Larroque, Carlos Kunkel y Adriana Puigrós.

También lo suscribieron los jefes comunales de Avellaneda, Jorge Ferraresi; de Berazategui, Juan Pablo Mussi; de Berisso, Enrique Slezack; de Quilmes, Francisco Gutiérrez; de Florencio Varela, Julio Pereyra; de Esteban Echeverría, Fernando Grey, entre otros.

En tanto por la tarde, Barrionuevo replicó que a él no lo "eligió ningún teñido, me eligieron los gastronómicos", en replica con ironía hacia el delegado gremial de la línea ferroviaria Sarmiento y dirigente de Izquierda Socialista, Rubén "Pollo" Sobrero, quien había dicho que "se me revuelve el estómago" compartir la huelga con personajes como el secretario general de la CGT Azul y Blanca.

Barrionuevo también se enojó al ser consultado por un periodista sobre los dichos de Capitanich de que "a partir de esta acción opositora se convierte en líder del Frente Renovador, junto a otros dirigentes como Sergio Massa, Felipe Solá y Dario Giustozzi; y se convierte en referente de la izquierda que estaba buscando un nuevo liderazgo".

Las fuertes críticas al paro también llegaron del gobernador bonaerene, Daniel Scioli, quien dijo que "el paro es un gran piquete al progreso del país"; y del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien consideró que "se trata de un paro convocado por dirigentes con clara pertenencia a partidos opositores, la mayoría de los cuales fueron candidatos".

Por su parte, el secretario general de la CGT y titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, dijo que "el paro convocado por las centrales obreras disidentes no era necesario cuando todos los gremios están discutiendo paritarias".

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