El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, rechazó ayer el informe publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la Argentina, y recordó que "sus recomendaciones generaron la peor crisis social, productiva, económica, fiscal y financiera de la historia" del país.
"Son los mismos técnicos y analistas con el mismo sesgo ideológico los que permanentemente impulsan este tipo de informes y recomendaciones", remarcó Capitanich, quien puntualizó que proponen "ajustes interminables que finalmente perjudican el desenvolvimiento estructural de los países".
Al hablar en Casa de Gobierno, destacó que "afortunadamente, Néstor Kirchner como presidente tomó una decisión, que la ha continuado la presidenta de la Nación, que es tener autonomía en las decisiones económicas".
"No le debemos un dólar al FMI, de manera que no puede condicionar el ejercicio de ninguna política económica que tienda a garantizar, como lo estamos haciendo, la inclusión social, el crecimiento de la economía, la generación de empleo, y la mayor equidad y distribución del ingreso", sostuvo Capitanich.
Asimismo, puntualizó que "este sesgo analítico de sus pronósticos no coincide con los analistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ni de otros analistas económicos".
El Fondo emitió su informe semestral "Perspectivas Económicas Globales", donde comparó a la Argentina con Venezuela, y alertó sobre el aumento de la inflación, la devaluación y el estancamiento, en un contexto de "alta incertidumbre".
Al respecto, Capitanich sostuvo que "la verdad es que su rol más importante, que debería haber sido apoyar el proceso de reestructuración voluntaria de deuda que Argentina ha liderado; por imposición y presión de banqueros de carácter internacional y de los fondos buitres, en realidad no hizo absolutamente nada".
"Y la verdad es que ese sería el rol más importante: salvaguardar el proceso, respetando la soberanía de los países que son miembro de la comunidad internacional", subrayó el jefe de ministros.
Destacó que "los fondos buitre en realidad no son tenedores de deuda originarios, y representan menos de 1% del casi 7% de los tenedores totales que no han adherido al canje".
Recordó que "el 93% de los tenedores de la deuda han adherido en forma voluntaria al canje", no obstante lo cual remarcó que "este tipo de fondos accionó judicialmente en contra de la Argentina, alterando el principio de reestructuración voluntaria de deuda". A su criterio, "allí es que debería estar presente el FMI, defendiendo el proceso, y en realidad no lo hizo".
Consideró que "no es extraño respecto al sesgo ideológico de los analistas del FMI", porque sostuvo que "siempre son capaces de predecir las peores catástrofes que no se producen, y promover los informes más optimistas que nunca se ejecutan".
"Lo que decía (el dirigente político) John William Cooke de (el economista Alvaro) Alsogaray: 'Aquellos que prometen primaveras irrenunciables que nunca llegan, a inviernos implacables que nunca fallan'", dijo Capitanich, quien insistió con que "es importante remarcar lo que ha significado el FMI para la Argentina".
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