lunes, 29 de junio de 2015

Nuevas pruebas vinculan a Nisman con un sospechoso lavado de dinero

El hallazgo de un comprobante de una transferencia bancaria en la caja fuerte del departamento de Alberto Nisman podría dar un giro a la causa que investiga su muerte. El empresario Claudio Picón, que le prestaba el auto al fiscal, quedó en la mira de la Justicia.


El hallazgo de un documento en la caja fuerte del departamento del fallecido fiscal Alberto Nisman podría dar un giro en la causa que investiga su muerte. 

Se trata de un comprobante de una transferencia bancaria, que puede observarse en el video que grabó la División de Fotografía de la Policía Federal la madrugada del lunes 18 de enero, cuando fue hallado sin vida el cuerpo del ex titular de la UFI-AMIA.

Se trata de un comprobante de una transferencia por 200 mil dólares, realizada por el empresario Claudio A. Picón desde su cuenta en el Bank of America, que el fiscal guardó desde el 16 de julio de 2012, cuando se realizó la operación.

El nombre de Picón no es casual. Se trata del titular de la empresa Palermopack S.A., firma que figura como titular de la camioneta Audi Q5 color gris plomo que manejaba Nisman, que todavía descansa en el estacionamiento del complejo Le Parc de Puerto Madero. 

Otro detalle es que el banco desde el que se realizó, el Bank of America, es el mismo en el que el putañero fiscal tenía su cuenta no declarada junto a Lagomarsino, su madre y su hermana en Nueva York.

Claudio Picón y su hermano Fabián son socios en las empresas Easypack y Starpack de Eduardo Eugenio "Pipo" Ecke, un hombre que trabajó para la seguridad de Alfredo Yabrán, por lo que fue investigado en relación con el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas. También manejó la seguridad del Grupo Exxel y está vinculado con Frank Holder, un ex agente de la CIA y relacionado con la empresa de seguridad Kroll. Como si fuera poco, está vinculado a la causa de escuchas ilegales en la que fue procesado el jefe de Gobierno porteño, Mugrizio Macri.

Picón, indicó el matutino, está en la mira del fiscal Juan Pedro Zoni, que investiga Sara Garfunkel y Sandra Nisman (madre y hermana del fiscal) y al técnico informático Diego Lagomarsino por presunto lavado de dinero. En un intercambio de información con la fiscal Fein y tras la consulta a la empresa responsable de un emprendimiento inmobiliario en Capital Federal se sumaron más indicios contra Picón, que declaró ser amigo de Nisman.

Una torre de sospechas

Cuatro meses antes de esa transferencia, Picón firmó un contrato con la constructora Inversora Libertador S.A., que estaba desarrollando una torre en Dorrego al 1700. 

La transferencia que consta en el papel que guardó Nisman fue en julio y en octubre la madre de Nisman y Picón firmaron la adquisición de dos departamentos y dos cocheras en ese edificio, que quedaron a nombre de Garfunkel, a través de un fideicomiso. La mujer declaró que los compró con fondos propios, producto de la venta de otro inmueble y de una herencia.

Los hechos demuestran que la relación entre Picón y Nisman no se limitaba a un auto prestado, por lo que el empresario quedó en la mira: el fiscal Zoni cree que Picón podría haber ayudado a blanquear fondos de origen ilícito y buscará determinar si los familiares de Nisman, Lagomarsino y el propio Picón son cómplices del blanqueo de dinero que Nisman podría haber desviado de las arcas del Estado –a través de su fiscalía– o a través de fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia.

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