Cirujanos del Hospital provincial Alende de Mar del Plata lograron reconstruirle la mano en una cirugía a un hombre que se amputó los dedos con una máquina amoladora, mientras remodelaba una puerta de su taller gráfico, informó el Ministerio de Salud bonaerense.
Se trata de Carlos, un marplatense quien tras sufrir ese accidente el pasado 1º de octubre se envolvió la herida en una toalla, se subió al auto y manejó 40 cuadras hasta el hospital. Allí, los cirujanos le hicieron un reimplante multidigital en una cirugía que duró más de 7 horas.
“Mi mano estaba muy deteriorada, pero los médicos hicieron más allá de lo posible para que la recuperara”, contó el hombre a casi un mes del accidente y recordó que en pleno shock pensó en el Alende como el primer lugar donde buscar ayuda.
De hecho, en los últimos años este hospital provincial se ha convertido en un centro de referencia en cirugía reconstructiva tanto para la provincia como para el país.
Antes de entrar al quirófano y con pocas esperanzas de recuperar su mano, Carlos alcanzó a avisar del accidente a sus hijos, quienes encontraron el dedo anular en el piso del taller y se lo alcanzaron a los médicos en una bolsa con hielo. Cuando despertó no lo pudo creer: mediante una microcirugía los médicos habían logrado reimplantarle cada uno de los dedos perdidos.
Sin embargo, por problemas en la circulación, al día siguiente debieron amputarle el dedo anular que había permanecido en el suelo del negocio. “Tengo cuatro dedos de mi mano en recuperación. La miro y creo que es un milagro”.
Luego de conocer el caso, el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, destacó el accionar de los profesionales que estuvieron a cargo de la operación y de las posteriores curaciones.
"Es una enorme satisfacción cuando llegan estas noticias de nuestros hospitales y cuando nos enteramos que la salud pública está ahí para ayudar a mejorar la calidad de vida de la gente”, aseguró.
El especialista en cirugía reconstructiva a cargo de la operación, Ezequiel Escudero, explicó que “técnicamente esta operación fue más difícil que los reimplantes que hemos realizado con anterioridad”, en referencia a las reconstrucciones de brazos y manos que se han llevado a cabo en el último tiempo en el hospital.
“Sucede que por el tamaño de las extremidades tuvimos que utilizar microscopios y elementos de magnificación, como lupas”, añadió.
En la microcirugía, se unieron tendones, arterias y nervios. La operación comenzó ese miércoles 1 de octubre antes de las 17 y terminó pasadas las 23. Al día siguiente, Carlos fue sometido a una segunda intervención para retirar el anular.
Pasados 10 días de la cirugía, el paciente fue dado de alta, pero aún mantiene la rutina de regresar al hospital al menos dos veces por semana para recibir las curaciones correspondientes y para que los médicos evalúen el estado de las extremidades.
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