A seis días de la segunda vuelta electoral la Presidenta, que busca su reelección como candidata del PT, y Aécio Neves, postulante del PSDB, ajustan sus campañas, que hasta el momento se centraron más en ataques personales que en propuestas de gobierno, para conquistar a los electores que necesitan para ganar una elección que se anticipa reñida.
Ayer por la noche los candidatos tuvieron su penúltimo debate con vistas al balotaje del próximo domingo, en los estudios del canal Record en Sao Paulo, al que llegaron con encuestas de intención de voto que los ubican en un empate técnico y alternándose en la punta.
En las elecciones del 5 de octubre, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) reunió el 41,5 por ciento de los votos, contra un 33,5 del senador del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Con la mira puesta en el debate de ayer, la presidenta suspendió el sábado las actividades que tenía previstas en Río de Janeiro para descansar en Brasilia y reponerse de la baja de presión que sufrió el jueves en la noche, tras el áspero cruce por TV que mantuvo con Neves, pero concedió un extenso reportaje a la revista Carta Capital.
Ahí reiteró que "la diplomacia del PSDB es hablar fuerte con Bolivia y suave con Estados Unidos" y se defendió de los ataques de la oposición por los bajos números de crecimiento y los índices de inflación en su Gobierno.
Según analistas del mercado, citados por la agencia Efe, Brasil crecerá este año menos del 0,30 % y la inflación está en el límite de la meta máxima fijada del 6,5 % anual.
La mandataria señaló que "el mundo atraviesa por la peor crisis en los últimos ochenta años", pero a diferencia de otros países Brasil no redujo los empleos. "No obligamos a los trabajadores a pagar la cuenta", agregó.
En la misma línea que Rousseff, su asesor especial para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, advirtió que una eventual consagración de Neves como presidente sería letal para América Latina. "Yo me inquieto mucho por el destino de América Latina, espero que el pueblo brasileño impida que sea reducida a polvo", dijo el funcionario en un seminario de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo.
El asesor, que desempeñó el mismo cargo en los dos gobiernos de Luiz Lula da Silva, agregó que el PSDB "tiene una política aventurera para América Latina" e indicó que "ellos no saben cómo van a tratar a Perú y Bolivia, no saben que nosotros trabajamos con las policías para lidiar con el tráfico de drogas; Aécio confrontará con Bolivia, y de ahí va tener falta de entendimiento con Venezuela, con Argentina y, después, vamos a estar aislados".
De esta forma aludió a las propuestas del candidato opositor sobre tener un trato "más duro" con países vecinos que exportan drogas a Brasil y a posibles pedidos de reformas del Mercosur.
"La derecha intenta resucitar el cadáver debidamente enterrado del ALCA, porque sólo quiere relaciones con Europa y Estados Unidos, sin medir los efectos de eso sobre la industria", señaló García, una de la voces más influyentes en el PT.
En tanto, Aécio Neves centró su discurso del sábado en cuestiones internas y se comprometió a que en caso de vencer en la segunda vuelta electoral del próximo 26 de octubre irá a renegociar la deuda de los estados con la Unión federal, para fomentar las inversiones en infraestructura y en el área social.
"Hay una necesidad urgente que se impone y tengo tranquilidad en hablar de eso porque fui gobernador y es la renegociación de la deuda de los estados", señaló Neves en una rueda de prensa en Porto Alegre, capital del sureño estado de Río Grande do Sul.
Para Neves, la renegociación permite la "creación de un espacio más adecuado para que los estados vuelvan a ser las inversiones necesarias, sea en infraestructura o en el mejoramiento de la calidad de los servicios públicos".
Asimismo, criticó también la divergencia de datos económicos y sociales entre instituciones estatales y citó la crisis en el Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA) -adscrito al Ministerio de Hacienda- en la que el director de Estudios, Herton Ellery Araújo, renunció al cargo por supuestas presiones. "Existe hoy una crisis en el IPEA con relación a los datos que vienen siendo divulgados, según algunas denuncias, ellos no corresponden a los datos del propio IPEA", manifestó en tal sentido.
En Río Grande do Sul, Neves también recibió el apoyo de la excandidata al Gobierno regional Ana Amelia Lemos, tercera en los comicios del pasado 5 de octubre y del Partido Progresista (PP), formación que como el PMDB pertenece a la base aliada del Gobierno de Dilma Rousseff, pero que es oposición a nivel regional.
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