Se trata de una iniciativa para evitar la acumulación de deposiciones caninas en parques y veredas de la Ciudad, por la cual la Asociación de Remediadores Ambientales de la República Argentina (AMBAR) firmó un convenio con el gobierno porteño en 2010.
Una ONG ambientalista denunció que el gobierno porteño no sólo le plagió una iniciativa para evitar la acumulación de deposiciones caninas en los parques y veredas de la Ciudad, sino que modificó el proyecto original volviéndolo perjudicial para el medio ambiente.
La Asociación de Remediadores Ambientales de la República Argentina (AMBAR) suscribió en 2010 el acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (APRA) que depende del Ministerio de Espacio Público.
En virtud de este convenio, APRA "aprueba y adhiere al programa de colaboración y asistencia técnica-financiera presentado por AMBAR, cuyo objetivo resulta la recolección selectiva, desinfección y desbacterización de las deposiciones caninas localizadas en la vía pública".
La misma resolución creó una comisión mixta compuesta por representantes de cada una de las partes encargada de la aplicación del plan Sincacan y en 2011 se dio comienzo a su aplicación en forma piloto en la comuna 14.
El proyecto buscaba implementar un sistema de reparto gratuito de bolsas con forma de guante y degradables (hechas con un material a base de almidón de trigos y otros cereales) para que los vecinos pudieran recoger las heces de sus mascotas y colocarlas en depósitos, garantizando su posterior degradación en condiciones adecuadas.
Pero a fines de ese año 2011, mediante el decreto 660/11, el Ejecutivo porteño resolvió la creación de la Unidad de Proyectos Especiales de Construcción Ciudadana y Cambio Cultural que, dependiente de la Jefatura de Ministros de la Ciudad, remplazaría a la Agencia en la aplicación del Programa ahora denominado "Tenencia responsable de mascotas".
El organismo es el ejecutor de una licitación publicada el 7 de abril de este año 2014 en el boletín oficial de la Ciudad mediante la cual se destinan 1,4 millones de pesos en la compra de 115.000 rollos de bolsas caninas para el período de un mes, para ser utilizadas en el marco de un plan que está claramente inspirado en la propuesta original de la ONG.
La licitación se otorgó apenas 48 horas después, pero las bolsas adquiridas a la empresa que ganó la licitación son de material plástico y, por lo tanto, no degradable.
Federico Boz, coordinador de proyectos de AMBAR, explicó que "más allá del plagio y la preocupación que tenemos por el agravamiento de la amenaza ambiental producido por un plan cuyo propósito sería el contrario, estamos preocupados por aclarar que el plan que están implementando, si bien está claramente inspirado en el nuestro, en su aplicación, no tiene nada que ver”.
“No queremos que, ante futuras denuncias que pudiera recibir el gobierno por esta atrocidad, encima pretendan involucrarnos invocando las presentaciones que hicimos y las actas compromiso que suscribimos”, agregó.
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