El último informe del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos da la dimensión de este fenómeno. Hay un "top 5" de los medicamentos que los argentinos consumen de manera descontrolada, con consecuencias letales.
Hay un "Top 5" de medicamentos que los argentinos consumen de manera descontrolada: aspirinas, paracetamol, ibuprofeno, clonazepam y Viagra. Sin prescripción médica, las consecuencias para la salud son letales, al punto que el abuso o mal uso causan 75 muertes cada jornada. Al mismo tiempo, 162 mil personas debieron ser internadas el año pasado como derivación de esa automedicación.
Los datos surgen del último informe elaborado por el Sindicato Argentino de Farmaceúticos y Bioquímicos (SAFYB), en el marco de un relevamiento realizado desde enero hasta diciembre de 2013, y que ponen en evidencia una situación alarmante, donde 8 de cada 10 mayores de 18 años reconoció que se automedicó, mientras que la mitad de la población adulta consume los medicamentos de forma incorrecta.
"Venimos insistiendo desde hace muchos años con esta problemática, pidiendo por campañas que lamentablemente no aparecen. De ese modo, y lo vemos claramente con las cifras, la automedicación en Argentina sigue creciendo. Y mientras la gente padece serios problemas de salud, o directamente muere, nos dedicamos a opinar, cuando deberíamos estar generando educación, reforzando controles y llevando adelante campañas", dijo Marcelo Peretta, titular de SAFYB.
En el trabajo estadístico se afirma que durante el año pasado el 5% de la población debió ser hospitalizado por las consecuencias del consumo irracional de medicamentos, porcentaje que llevado a números concretos significa un total de 162 personas.
"Lo peor de todo esto es que año tras año vemos el deterioro y la profundización del problema. Hace falta voluntad en los funcionarios a cargo del área de salud. Es urgente que comencemos a trabajar para frenar esta locura, y posteriormente bajar estas cifras", señaló Peretta.
Según señala el informe, el 10% de los pacientes hospitalizados sufre reacciones adversas a medicamentos. "Se usan mal, o se abusa de los medicamentos. Todo esto deriva en las consecuencias que observamos. Pero el foco o la atención sólo aparecen cuando hay problemas con los precios. Ahí se interviene, se convoca a la partes y buscan alternativas. Con esto se debería hacer lo mismo", consideró Peretta.
De acuerdo a la información que surge del trabajo, "se gastan 1.740 millones de dólares por problemas relacionados con medicamentos, que incluye nuevas consultas médicas, nuevos medicamentos recetados para tratar problemas ocasionados por los prescritos inicialmente, internaciones, nuevas enfermedades o lesiones graves, ausentismo laboral o escolar, pérdida de la calidad de vida, etcétera".
En ese marco, Peretta explicó que "a los hospitales y centros de atención llegan pacientes con problemas hepáticos, gástricos y cardíacos, que representan un alto costo para el Estado o las obras sociales, al mismo tiempo que causan un deterioro en la salud de las personas involucradas, y que podrían ser absolutamente prevenidos".
El experto también dijo que "las compañías que elaboran estos medicamentos se mueven con la lógica capitalista y sólo les importa recaudar más, vender más, lo que se puede apreciar con la publicidad agresiva que tienen para sus productos, y les alcanza para cubrirse con poner las consecuencias en los prospectos de los medicamentos, como diciendo 'yo te avisé que era riesgoso, pero vos decidiste tomarlo igual', un verdadero horror".
Finalmente, el titular de SAFYB sostuvo que "con buenas campañas y mucha información se puede detener este problema, comenzar a frenarlo y desde ahí implementar políticas para que las cifras vayan bajando, porque estamos hablando de miles muertes de personas que seguro podrían haber vivido mucho más".
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