Los cuerpos de las 150 personas que murieron al estrellarse el avión de la aerolínea Germanwings el 24 de marzo pasado fueron identificados por las autoridades de ese país, que anunciaron que podrán ser inhumados, entre ellos los tres argentinos.
El fiscal de Marsella, Brice Robin, validó el trabajo de la comisión de identificación y autorizó la inhumación de los cuerpos, que tendrá lugar tras entregar los restos a sus familiares.
"Los 150 certificados de deceso han podido ser firmados, así como los permisos de inhumación", señaló Robin al precisar que las actas de defunción fueron rubricadas por el alcalde de la localidad de Prads Haute Bleone, donde ocurrió el accidente.
Una copia de estos certificados, traducidos a diversas lenguas, fue entregada a los representantes de la aerolínea Lufthansa, propietaria de Germanwings, "con el fin de permitir la repatriación" de los cuerpos de las víctimas y la entrega a sus familias, precisó la Fiscalía.
Los cuerpos de los argentinos fallecidos corresponden al empresario Juan Armando Pomo, de 51 años, oriundo de la provincia de Salta, que se había nacionalizado paraguayo y residía en Asunción; y la pareja integrada por Gabriela Luján Maumus y Sebastián Greco, que vivían en el partido bonaerense de Tigre y estaban de vacaciones por Europa.
El final de las identificaciones se produce casi dos meses después del accidente, tal y como habían previsto las autoridades encargadas de estas labores, cuya búsqueda se dio por terminada una semana después del siniestro.
El pasado 2 de abril, los investigadores señalaron que tenían identificados 150 perfiles genéticos diferentes, por lo que solo restaba atribuir cada uno de ellos a la correspondiente víctima.
Para ello, la comisión de identificación trabajó con las muestras de ADN enviadas por los familiares, pero también con los objetos encontrados en las proximidades y con otros elementos, en los casos que fue posible.
Aunque la fiscalía se había comprometido a ir avisando paulatinamente a cada familia de la identificación de los restos de sus allegados, Robin precisó que la entrega de los cuerpos no se haría hasta que terminaran los trabajos de la comisión creada al efecto.
El avión, que cubría la línea entre Barcelona y Düsseldorf (Alemania), se estrelló algo más de una hora después del despegue de la ciudad española y según los primeros elementos de la investigación, el copiloto Andreas Lubitz efectuó maniobras para estrellarlo de forma voluntaria.
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