Un hombre que creció en el campo bonaerense, fue gasista y telegrafista, decidió iniciar la carrera de abogacía, lo que le valió el reconocimiento del gobernador neuquino, Jorge Sapag, y de las autoridades de la Universidad Nacional del Comahue, donde comenzará sus estudios.

Bernardo, que se considera un "apasionado lector", nació el 6 de enero de 1923 en la localidad bonaerense de Ingeniero Thompson, y cursó parte de su educación primaria en la Escuela Nº5.
El hombre recordó que se crió junto a sus padres que eran chacareros en el campo bonaerense, donde aprendió "a arar, sembrar y cosechar la tierra".
Bernardo estuvo casado durante 35 años con una mujer -que falleció- y a la que calificó de "extraordinaria". Tuvo tres hijos y seis nietos, que lo felicitaron por la decisión de estudiar en la universidad.
En 1946 llegó a la localidad neuquina de Aluminé, incorporado en las filas de la Gendarmería Nacional como radiotelegrafista, y el 2 de abril de 1950 fue trasladado a la ciudad de Neuquén.
El hombre contó que en Neuquén comenzó a sentir curiosidad por conocer el oficio de gasista, por lo que se capacitó y se inició en esa actividad realizando instalaciones, incluso las de su propia casa.
"Trabajaba siete horas diarias de radiotelegrafista y ocho horas de instalador, así estuve aproximadamente tres años, me quedaba dormido trabajando, estaba pasado de vueltas", dijo.
Llegó a ser presidente de la Comisión Administradora del Círculo de Suboficiales de Gendarmería, e ideó y construyó un hotel para sus compañeros, ubicado en la calle Independencia al 400 de la capital neuquina.
Fue socio fundador de la Asociación de Instaladores de Gas de Neuquén y en 2007 viajó a La Plata para retirar su título de educación primaria, y comenzar la secundaria en un instituto privado, porque su objetivo era estudiar y seguir aprendiendo.
"La primera materia que rendí libre fue Geografía, y la aprobé con un 10", contó orgulloso, y agregó que se recibió "en dos años y dos meses, con un promedio de 8,80".
Bernardo contó que tiene una larga amistad con el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén, José Gerez quien "me orientó y me incentivó para que estudiara Abogacía, por mi retención y mi memoria".
Días atrás, se reunió con la rectora de la Universidad Nacional del Comahue, Teresa Vega, y confesó encontrarse "sorprendido" y sentir que "esto es una revolución", ya que también recibió una carta del gobernador Jorge Sapag, felicitándolo.
Próximamente se radicará en General Roca, en la provincia de Río Negro, a 48 kilómetros de la ciudad de Neuquén, donde se cursa la carrera de Abogacía, y anticipó que buscará "un departamento, como cualquier estudiante".
"Tengo ansiedad, quiero empezar ya", manifestó al referirse a la proximidad del inicio de clases y se mostró confiado en poder recibirse "antes de los tres años".
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