El líder del Frente Rejuntador realizó una fuerte autocrítica ante su plana mayor, reconoció haber cometido errores en el armado político y algunas incorporaciones, mientras que recibió un mayoritario respaldo entre sus dirigentes para que sostenga su candidatura presidencial.
Según puede reconstruirse a partir de los dichos de cuatro de los más de 60 dirigentes que estuvieron en la cena que comenzó a las 21del lunes y terminó poco antes de las 3 de la madrugada de ayer, Massa fue el primero y el último en hablar y les enfatizó que "me someto a lo que quieran todos".
El diputado dijo que hacía una "autocrítica en la que asumía errores cometidos, como no saber contener bien a todos y subestimar a los grupos de poder, que finalmente son más fuertes de lo que pensaba porque forzaron la polarización (entre el oficialismo y el frente PRO-UCR-CC)".
"Haré lo que les sirva a ustedes", dijo Massa, quien admitió la baja en la intención de voto en la Provincia y llamó "a recuperarse". Además, puso en duda la efectividad "del mensaje de la avenida del medio, porque la sociedad está más polarizada de lo que se pensaba".
También consideró que ciertas incorporaciones al Frente Rejuntador fueron erróneas. "En vez de crecer, engordamos, sumamos a cualquiera", dijo y dio como ejemplo de ese error al del intendente de Merlo, Raúl Othacehé.
Entre los presentes, el relato que más llamó la atención fue el del intendente Joaquín de la Torre, quien admitió haberse "reunido en persona" con Mugrizio Macri y que en esa oportunidad le ofreció "la vicegobernación como compañero de (María Eugenia) Vidal", y comentó que -según él- en ese encuentro el líder del PRO le mostró un mensaje de teléfono celular en el que Daniel Scioli lo animaba a continuar poniendo contra las cuerdas al massismo.
La postura más crítica fue del diputado Felipe Solá, que pidió "cambiar muchas cosas" y cuestionó el rol de Francisco De Narcováez, quien sugestivamente no apareció el lunes por la noche en el hotel donde se encontraron, en la localidad de Bella Vista (San Miguel).
La mayoría de los dirigentes, coinciden todas las fuentes, le pidieron a Massa que sostenga su postulación presidencial, e incluso Adrián Pérez y Cecilia Moreau "dijeron que no es tan grave perder, que para ellos es lo normal y que de eso también se aprende".
Hubo lugar también para las voces discordantes con el acercamiento al macrismo, como fue la del economista Miguel Peirano, quien sostuvo que "me causa preocupación el diálogo con el PRO porque nosotros no somos lo mismo", algo a lo que asintieron varios otros dirigentes.
Massa dejó trascender su molestia con De Narcováez por haber dicho a los medios sobre el encuentro privado con Jaime Durán Barba y, peor aún, que el ex precandidato a gobernador haya enfatizado su apoyo a que el tigrense disputara con Vidal las PASO bonaerenses.
Al respecto, un grupo minoritario de dirigentes propuso que Massa vaya para la gobernación, como Mónica López, aunque su marido, el jefe del bloque de diputados nacionales, Alberto Roberti, opinó a favor de que persista en la contienda nacional.
De los más de 60 presentes, hablaron alrededor de 45, algunos se explayaron más y otros sólo un par de minutos, en un clima que comenzó catártico y terminó con mejor ánimo, con Massa "pidiendo esperar 48 horas hasta que el miércoles (por hoy) anunciara su postura".
Entre las ausencias más sonoras, además de la de De Narcováez, estaba la del intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, quien ayer mismo, en una reunión con "Wado" de Pedro, selló su regreso al kirchnerismo (ver nota aparte en esta misma edición).
Finalmente, Massa logró escuchar de primera mano las opciones que le planteó la plana mayor de su partido y continuará escuchando opiniones hasta hoy a las 19, para cuando está convocada la conferencia de prensa en el Museo de Arte de Tigre, en donde comunicará el desenlace de su situación.
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