domingo, 7 de junio de 2015

Tomada se mostró a favor de que los trabajadores participen en las utilidades

"Sería bueno que la participación en las utilidades se consolidara en todo el sistema bancario y que se extendiera a otras actividades de alta rentabilidad a través de la negociación colectiva", afirmó el el titular de la cartera laboral.


El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, resaltó ayer en Ginebra -donde se encuentra participando de la 104ª Conferencia de la Organización Internacional de Trabajo (OIT)- que los sectores "de alta rentabilidad" de la economía participen las utilidades con los trabajadores, como acordaron el viernes los bancos públicos (ABAPPRA) y la Asociación Bancaria (AB), que además convinieron un aumento salarial y sobre los adicionales del 27,8 por ciento.

"Sería bueno que la participación en las utilidades se consolidara en todo el sistema bancario y se extendiera a otras actividades de alta rentabilidad a través de la negociación colectiva. Cuando eso ocurra, perfectamente puede transformarse en legislación positiva", sostuvo Tomada, quien postuló la iniciativa al explicar de forma acabada el trabajoso convenio salarial firmado entre la Bancaria y la cámara ABAPPRA, que "llevó su tiempo porque se imponía acercar posiciones desde lugares que, a veces, son bastante extremos".

Asimismo, explicó que la representación empleadora financiera tiene siempre "una actitud muy reticente y, el gremio, una tradición de reclamo importante", pero "el acuerdo finalmente logrado fue en términos generales altamente positivo".

"Se convino la mejora de la escala salarial y de los adicionales en un 27,8, un número que las partes aceptaron como adecuada ecuación de recomposición y, en el devenir de las negociaciones y a partir de otras demandas gremiales, surgió la posibilidad de poner en marcha un esquema denominado 'Compensación por la participación en las ganancias globales del sistema financiero', lo que significó un avance de las relaciones del trabajo", puntualizó el ministro y reseñó que la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner refirió en alguna oportunidad que ese esquema podía incorporarse a la práctica laboral argentina a partir de los principios constitucionales consagrados en el artículo 14 bis.

"Se coincidió que un elemento fundamental era la negociación colectiva. En su momento el diputado nacional Héctor Recalde había presentado un proyecto de ley de participación en las utilidades, pero se convino que avanzar por el lado de la negociación colectiva era lo mejor", continuó Tomada, al tiempo que subrayó que ese esquema de negociación se le planteó al gremio aceitero -que paralizó las actividades durante más de veinte días- porque es otro sector de "alta rentabilidad" y, aunque "se propuso a las partes desde Trabajo esa alternativa de participación en las utilidades, finalmente no prosperó".

"Ello sí ocurrió con los bancarios, que acordaron sobre la base de una suma fija (7.500 pesos) percibida el 5 de enero último la construcción de un sistema que partiera de la rentabilidad general del sistema financiero, es decir, de los datos que el Banco Central (BCRA) suministra de manera periódica y pública y que permiten un patrón de medida claro, conocido e indiscutido", afirmó Tomada para luego explicar que el acuerdo incluyó una escala de variados guarismos rentables: hay un premio si es entre 10 y 20, otro entre 20 y 30, entre 30 y 40 y 40 y 50 y, por supuesto, una pirámide según los niveles salariales, y el semestre considerado abarcó el período octubre 2014-marzo 2015, "lo que dio una rentabilidad global de 32 por ciento, cayendo así en la columna del 30".

Ello permitió determinar los valores respecto de cuánto percibirá cada trabajador enrolado en el nivel respectivo, que son seis. "Esa construcción por supuesto no fue rápida, pero se avanzó en primer término con la ABAPPRA, que ya firmó" (faltan las cámaras ADEBA, ABE, ABA y el Banco Central), continuó Tomada, quien reivindicó el acuerdo como "un gran paso adelante respecto del cumplimiento de un principio constitucional" fundamental.

"Sería bueno que esto se consolidara dentro de todo el sistema bancario, teniendo en cuenta su rentabilidad y, luego, que se extendiera a otras actividades del mismo nivel de ganancias, porque es un modo de que los trabajadores participen en las utilidades por afuera de lo que significa la política salarial", agregó el funcionario y precisó que "la idea de participación en las utilidades se compatibiliza con los sectores que tienen rentabilidad interesante y es razonable que los trabajadores participen en ese crecimiento de la rentabilidad, que tiene suertes variables, que no es una suma fija".

El ministro enfatizó en ese sentido que el tema "no debe contaminarse con la negociación salarial" y ratificó "la voluntad y necesidad de que esos acuerdos se alcancen a través de la negociación colectiva, porque muchas instituciones laborales y de la seguridad social en la Argentina nacieron de ese instrumento".

"Cuando esa posibilidad de negociación de las utilidades empresarias esté extendida y consolidada, perfectamente puede transformarse en legislación positiva. El crecimiento y la introducción de la cultura de la participación en las utilidades y la puesta en práctica de ese principio constitucional es más interesante y factible con el mecanismo negocial colectivo", dijo.

Tomada reseñó que la participación en las utilidades ya fue incorporada a los convenios colectivos de los trabajadores del neumático y de los siderúrgicos, en particular en la firma Siderar. "Hubieran podido tenerlo en esta instancia los aceiteros, porque el sector reúne todas las características para aplicarlo. Pero el ejemplo de los bancarios será una punta de lanza y, por supuesto, reflejó un logro más del actual proyecto político, económico y social, por lo que celebro que la Bancaria y los empleadores alcanzaran un acuerdo que marcará un punto de partida", concluyó.

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