Un superviviente y familiares de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos hace ocho meses marcharon como parte de una campaña de difusión internacional “para evitar que el gobierno mexicano dé por cerrado el caso”.
Entregaron una nota en la Cancillería y llegaron hasta la Plaza de Mayo para rondar en torno a la Pirámide de Mayo al grito de "vivos los llevaron, vivos los queremos".
En México, en tanto, la fecha también fue recordada con una marcha que avanzó desde cuatro puntos de la capital mexicana hacia el centro de la ciudad, con ciento de manifestantes portando pancartas y fotos de los 43 estudiantes de la escuela normalista de Ayotzinapa, capturados por la policía de Iguala, estado de Guerrero, el 26 de septiembre de 2014 y luego desaparecidos sin que se sepa de su suerte hasta el momento.
Con el objetivo de forzar la presión internacional sobre el gobierno de Enrique Peña Nieto (PRI), la “Caravana 43 Sudamérica” ya pasó por Córdoba, Rosario y, ayer, Buenos Aires, y prevé continuar su periplo por Uruguay y Brasil, país cuya presidenta, Dilma Rousseff, se encuentra en México en visita oficial.
Un padre, dos madres y un compañero de los 43 jóvenes desaparecidos hace ocho meses conforman la "Caravana 43 Sudamérica", que ayer mañana se manifestó frente a la Embajada de México, en el porteño barrio de Belgrano, y esta tarde se concentró en el Obelisco para marchar primero hacia la Cancillería, y desde allí a la Plaza de Mayo, para pedir el esclarecimiento del caso, justicia.
"Yo sé que mi hijo está vivo junto con sus compañeros", afirmó en breve diálogo con la prensa Hilda Hernández, madre del desaparecido César Manuel González, quien no descartó que hayan sido secuestrados para someterlos a esclavitud en el cultivo de drogas.
La mujer dijo que todos los familiares de los estudiantes tienen “rabia” y “coraje” (enojo) hacia el gobierno mexicano, a quien responsabiliza por lo ocurrido con sus hijos y por la situación general de violencia en todo el país.
Hilda Hernández; su marido, Mario César González; la madre de Jorge Antonio Tizapa -de 20 años-, Hilda Legideño, y el superviviente de la tragedia, Francisco Sánchez Nava, llegaron ayer a la tarde desde el Obelisco hasta la cancillería para entregar una nota en la que piden que Argentina junto a otros países presionen al gobierno de Peña Nieto para que esclarezca el caso y no obstaculice las investigaciones.
Además de varias decenas de representantes de organizaciones sociales y políticas, los acompañaron la titular de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Nora de Cortiñas, y el representante de ex detenidos desaparecidos de Argentina, Enrique Fuckman.
Desde allí, bajo la lluvia, el grupo se dirigió hacia la Plaza de Mayo, donde marcharon en torno a la Pirámide para luego proceder a la desconcentración.
Durante la marcha, el sobreviviente del ataque a los estudiantes normalistas del 26 de septiembre, Sánchez Nava, denunció la actuación de un gobierno "corrupto" y "asesino" que funciona como un "narcoestado" y relató que aquella noche, cuando se acercaron las autoridades, les dejaron claro que eran estudiantes y pidieron que los dejaran ir, pero los dispararon y "masacraron" a tres de sus compañeros porque "así es el terrorismo de Estado en México".
Por su parte, la embajada de México en Argentina difundió ayer un comunicado en el que reiteró el "compromiso" del Gobierno de Peña Nieto para "esclarecer el caso" y destacó los "enormes recursos humanos y económicos" desplegados en la indagatoria.
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