La cifra de muertos por el devastador terremoto que sacudió el sábado la región del Himalaya, con epicentro en Nepal se eleva ya a más de 2.400, según fuentes oficiales, 2.357 de los cuales se concentran en ese país asiático, donde los heridos superan los 6.000 y son miles las personas perdidas, entre ellos unos 13 argentinos que aún no han podido ser contactados por la Embajada y sus familiares. El Gobierno envió sus condolencias y ofreció ayuda humanitaria.
En total, hay 2.357 fallecidos confirmados y 6.237 heridos en Nepal, según señaló ayer el portavoz del Ministerio del Interior, Laxmi Dhakal, a la agencia DPA, pero los cientos de desaparecidos y heridos graves hacen temer que la cifra pueda aumentar.
La embajada argentina en India, con jurisdicción en Nepal, llevaba contactadas hasta ayer a la mañana a unos doce turistas argentinos que se encontraban ayer en la zona del terremoto, los que "están bien" aunque en "estado de shock", según se informó.
Una fuente de la embajada, dijo desde Nueva Delhi, que "desde el momento del terremoto hemos recibido consultas por unos 25 argentinos que se encontraban en el norte de India o en Nepal en el momento del sismo", que "aunque en general las comunicaciones se encuentran cortadas, hora a hora vamos contactándolos" y que "ya aparecieron unas doce personas que se encuentran en buen estado de salud, algunos en centros de evacuados". No obstante, "las cifras varían ya que las consultas son continuas desde Buenos Aires y también la ubicación de esos turistas".
La fuente explicó que "en la zona afectada por el terremoto, no hay energía eléctrica y las comunicaciones están cortadas" y adelantó que la intención de la embajada es "tratar de sacar a los compatriotas de Katmandú". Recordó además que "entre los argentinos no hay víctimas fatales” y que personalmente el cónsul Víctor Caviglia contactó a cinco argentinos que viven en la capital nepalí.
El terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter devastó el sábado gran parte del valle central de Nepal dejando viviendas destruidas, carreteras destrozadas y las telecomunicaciones y conexiones eléctricas cortadas.
Nepal se despertó ayer consternado por la magnitud del sismo y concentrado en la tarea de recuperación de las víctimas, tras una noche que buena parte de los ciudadanos de la capital optaron por pasar en la calle ante el riesgo de nuevos temblores.
Mientras tanto las alrededor de cuarenta réplicas que se produjeron desde el terremoto provocaron un nuevo susto con una fuerte sacudida de 6,7 grados en la escala de Richter, con epicentro localizado a unos 80 kilómetros al este de la capital nepalí, que volvió a sentirse en el norte de la India y en Bangladesh. Esos dos países también han registrado 51 y un muertos, respectivamente, mientras que China completa la lista de naciones fuera de Nepal que han sufrido el embate del sismo con 17 muertos. Por otra parte, la cifra de fallecidos a causa de la avalancha en el Monte Everest desatada tras el terremoto, se elevó a 22, según informó hoy el gobierno nepalí, mientras 217 personas permanecen desaparecidas.
"La cifra pertenece sólo al campamento base. Más arriba están los campamentos 1 y 2, pero es imposible acceder", pues el paso se encuentra bloqueado debido a la avalancha", aseguró ayer un portavoz militar, al tiempo que informó que "61 personas han podido ser rescatadas con vida del campamento base", 41 de las cuales permanecen en grave estado.
El mal tiempo en la zona dificulta además las tareas del equipo del ejército indio encargado de rescatar los cadáveres. El sábado, cuando tuvo lugar la avalancha, había alrededor de 1.000 montañistas y sherpas que se preparaban para escalar la cumbre conocida como "techo del mundo". Hace poco más de un año, el 18 de abril de 2014, el Everest había sufrido su mayor tragedia hasta el terremoto actual con la muerte de 16 sherpas debido también a una avalancha.
El terremoto del sábado es el sismo de mayor intensidad en casi 80 años en el país y el peor que ha registrado la región en una década, desde que en 2005 un movimiento telúrico causara una tragedia de grandes dimensiones en Cachemira, con un balance de más de 84.000 muertos.
El gobierno argentino envió sus condolencias a Nepal y ofreció ayuda humanitaria
La Cancillería argentina emitió ayer a la mañana un comunicado en el que expresó el “profundo dolor” del gobierno argentino “por las numerosas víctimas y las devastadoras consecuencias sufridas por el terremoto que sacudió a ese país” y envió sus condolencias a las autoridades y habitantes de esa nación asiática.
Además, el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino anunció que “coordinará y ofrecerá envío de ayuda humanitaria, de acuerdo a los requerimientos que transmita el gobierno nepalí”.
“Por último, la Argentina extiende su solidaridad a los pueblos y gobiernos de los países vecinos que han sufrido también las trágicas secuelas del sismo”, concluye el comunicado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario