Cerca de Sabbatella advirtieron que si el grupo apela a maniobras el organismo puede avanzar con la división del multimedios.
Cuando todo parecía encaminado hacia la correcta adecuación del Grupo Clarín a la Ley de medios, una maniobra urdida desde las oficinas de Héctor Magnetto está en el foco de la atención de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA).
Eso porque crecen las versiones de una presunta estrategia del ala más dura de la corporación para repartirse, entre los futuros herederos de los actuales dueños del Grupo, las seis unidades de negocios propuestas en el plan de adecuación.
Con esa estrategia, que se plasmaría a través de donaciones a los hijos de Magnetto, Noble y otros socios, Clarín intentaría eludir la obligación de crear unidades independientes y sin vínculo económico entre sí, de modo de simular una desmonopolización que no sería tal.
Fuentes cercanas a Martín Sabbatella consideraron que "sería un intento inútil de Magnetto, porque contamos con la carta de la adecuación de oficio, para terminar con la posición dominante de Clarín en el mercado".
El propio titular de la AFSCA preparó el camino de la transferencia de oficio en diciembre de 2012, cuando se presentó en la sede de la compañía para notificar el inicio del proceso de llamado a concurso de las licencias excedentes. La decisión de hacer cumplir la ley a como de lugar fue refrendada por el mismo Sabbatella a fines de octubre último, cuando ingresó al edificio de Piedras portando el fallo de la constitucionalidad dictado por la Corte Suprema de Justicia.
Incluso, en los días que siguieron al revés judicial del Grupo y horas antes de que este presentara su plan de adecuación, el presidente de la AFSCA se reunió con el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el titular del Tribunal Nacional de Tasaciones para empezar a ponerle precio a las licencias que se pondrían a la venta si Clarín insistía en no respetar la ley.
Cuando la empresa complementó la propuesta hecha un año antes por su socio en Cablevisión SA, el mexicano David Martínez, el gobierno dejó en suspenso la transferencia de oficio para iniciar el análisis del plan, pero nunca desechó esa carta para el caso de que el Grupo intentara hacer trampas a la ley.
Finalmente, el lunes 17 de febrero el directorio de la AFSCA aprobó la "admisibilidad formal" de la propuesta de Clarín, en la que se plantea la creación de seis unidades de negocio sin vínculo económico.
En la primera unidad se incluyeron las empresas fuertes de ARTEAR: Canal 13, TN, Radio Mitre y FM 100; Canal 12 de Córdoba y 6 de Bariloche; AM 810 y FM 102.9 en Córdoba y FM 100.3 en Mendoza, además de 24 licencias locales de Cablevisión fuera de Buenos Aires.
Se trata de un núcleo de empresas muy poderoso en términos de impacto social y político, porque comprende a las licencias de los medios con mayor audiencia del Grupo; pero sin el enorme respaldo económico que significan las operaciones de Cablevisión y Fibertel en el área metropolitana, las cuales quedan en la unidad 2, junto a la señal televisiva Metro.
La tercera unidad comprende otras 20 licencias de Cablevisión. En la cuarta se incluyen las señales Canal 13 satelital, Magazine, Volver, Quiero Música en mi Idioma, Canal Rural, TyC Sports y TyC Max. La quinta, radios FM en Tucumán, Bariloche, Bahía Blanca y Santa Fe, mientras que la sexta tiene la licencia de TV abierta de Canal 7 de Bahía Blanca y la participación en Canal 9 de Mendoza.
Según trascendió el fondo de inversiones estadounidense perteneciente a Ralph Booth –que posee el 9 % de las acciones del Grupo Clarín– intenta quedarse con la explotación del servicio de Cablevisión en el área metropolitana, aspiración que es resistida por el sector mayoritario de la compañía que comanda Magnetto, pero que tiene el visto bueno de las autoridades oficiales porque se enmarcaría en la ley.
"Si Magnetto decide quedarse en la unidad 1 no puede poner ni un dedo en el resto de las compañías, porque eso vulnera el espíritu de la ley", advierten en la AFSCA.
En las últimas horas se conoció que el Estado, que posee también un 9 % de acciones del Grupo Clarín, podría optar por quedarse en la unidad 2.
Tensión puertas adentro
"Pueden creerse muy vivos e inventar cualquier estrategia para eludir la ley, pero eso no va a pasar", sintetizó un funcionario de trato diario con el titular de la AFSCA.
El dirigente sabbattellista señaló que "sabemos que adentro del Grupo hay una tensión entre los que quieren hacer negocios legales y los que están dispuestos a cualquier cosa. Pero más allá de quién gane esa pulseada, acá sólo va a pasar el que respete la norma".
En esa línea, el funcionario recordó que la admisibilidad de los planes no es la aprobación final: "No se va a avalar una desconcentración simulada", aseguró.
En las últimas semanas, mientras se realiza un análisis pormenorizado de las propuestas presentadas por los grupos de medios que concentran la mayor cantidad de licencias del país –como Clarín, Supercanal, Telecentro o Telefé, entre otros– Martín Sabbatella convocó a otras áreas del gobierno nacional con el objetivo de cerrar filas ante posibles maniobras de simulación de los accionistas del multimedios.
El organismo fue escenario de un encuentro de Sabbatella con el ministro Kicillof, el secretario de Comercio, Augusto Costa, y los titulares de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli, y la Unidad de Información Financiera, José Sbattella. Desde entonces, se incrementaron las consultas sobre los expedientes de adecuación entre esos organismos.
"Sea por vía de la adecuación voluntaria o mediante la venta de oficio, Clarín va a tener que cumplir la ley. Estamos preparados para cualquiera de los dos caminos", aseguraron desde el entorno de Sabbatella.
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