Por Sebastian Abrevaya
Con el giro a una oposición más dura, el líder del Frente Rejuntador se posicionó en el espacio de centroderecha, donde el jefe de Gobierno porteño venía construyendo. “Hay dos proyectos. No hay escenario de primarias con el PRO”, aseguraron en el massismo.
La relación entre Sergio Massa y Mugrizio Macri está signada por la necesidad de captar el afecto de los mismos votantes. En los últimos meses, el líder del Frente Rejuntador decidió abandonar su línea de “mantener lo bueno y corregir lo malo” para volcarse hacia posturas claramente opositoras al gobierno nacional, lo que lo llevó a colisionar con el líder del PRO.
Según fuentes del Frente Rejuntador, Macri había logrado subir en las encuestas en semanas anteriores producto de su gira por Davos y su posicionamiento claramente enfrentado al kirchnerismo.
Para la politóloga María Esperanza Casullo “no hay mucho lugar para que los dos crezcan” ya que tienen perfiles “muy parecidos”. Pero además de compartir votantes, hay otro dato que explica el cambio en la relación entre ambos de octubre hasta hoy: la inminente reunificación del PJ nacional, con la integración de gobernadores opositores como José Manuel de la Chota o Claudio Poggi. “Es difícil que muchos gobernadores peronistas se inclinen por Massa”, complementa Marcelo Leiras, director de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de San Andrés.
Aunque pasaron menos de seis meses, parece haber quedado muy lejos el acuerdo político entre Massa y Macri, por el cual tres dirigentes del macrismo integraron la lista del Frente Rejuntador y se convirtieron en diputados nacionales. Mientras la semana pasada Massa seguía paseando su candidatura presidencial con la gira por Estados Unidos, los dardos cruzados entre el PRO y el Frente Rejuntador se multiplicaron en Buenos Aires. Dirigentes de primera línea de cada fuerza, incluido el propio Macri, fustigaron a sus ex aliados. En un intento por fortalecer la idea de “tercera vía”, el macrismo remarcó que entre los “renovadores” revistan el ex gobernador Felipe Solá y el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, ambos peronistas y ex kirchneristas como Massa. “Optó por ser el líder de lo viejo”, le disparó el titular del PRO, Humberto Schiavoni. “Macri no tuvo el coraje de enfrentar al Gobierno”, le retrucó el intendente Joaquín de la Torre (FR), quien recordó que los candidatos PRO fueron en la boleta detrás de la estrella massiclarinista.
“Sorprende el giro que tomó Massa en el último mes. Pasó de ‘mantener lo bueno y eliminar lo malo’ a un perfil muy opositor”, advierte Casullo, casualmente en Estados Unidos mientras el ex intendente de Tigre visitaba ese país. Tanto con su rechazo a la reforma del Código Penal, así como con la fuerte crítica al chavismo por la situación en Venezuela y la visita al Departamento de Estado norteamericano, el líder del Frente Rejuntador cambió su moderación original, su componente “light”, por fuertes posicionamientos en términos ideológicos.
Los analistas consultados advirtieron especialmente acerca del pronunciamiento de Massa a favor de reimpulsar a la Argentina dentro de la OEA, lo que significaría un cambio rotundo en la política internacional del país, tendiente a fortalecer la Unasur y el Mercosur. En un detallado repaso de las movidas políticas del ex intendente de Tigre desde su victoria bonaerense, el politólogo Nicolás Tereschuk concluye en el blog Artepolítica que hay una suerte de mutación del candidato desideologizado al estilo del venezolano Hernán Capriles por un dirigente que se planta nítidamente en un extremo con posiciones políticas fuertes.
Los realineamientos de los gobernadores peronistas, cuyo partido se normalizará el 9 de mayo, también impactaron en la situación de Massa, sin perspectivas de reinsertarse en la estructura partidaria. “La idea de que los gobernadores se van alinear con Massa no es tan así. Hoy es un diputado, antes era intendente, no era gobernador. En el peronismo hay jerarquías”, explica Casullo. En ese contexto, la apuesta del Frente Rejuntador para lograr en el futuro la adhesión de caciques peronistas con cierto peso territorial es mantenerse en el centro de la escena mediática con un alto grado de imagen positiva e intención de voto.
“Hoy hay dos proyectos distintos. No hay un escenario de primarias con el PRO. Lo que sí hubo es una lectura de Massa de que Macri estaba creciendo. Sobre todo cuando fue a Davos y se mostró como una alternativa consistente, presidencial. Pero Massa le apunta a Macri no por Macri, sino porque está pensando en Scioli”, revela un hombre desde adentro del Frente Rejuntador. Los realineamientos en el peronismo, con Scioli como el dirigente con mejores perspectivas (hasta ahora) de encolumnar a los caciques detrás suyo, tienen su influencia en la estrategia de los “renovadores”, que preveían una fuga mayor de dirigentes territoriales hacia el massiclarinismo.
“Massa no puede ocupar el mismo lugar que ocupó compitiendo contra un candidato identificado con el kirchnerismo como era Insaurralde. No es lo mismo competir contra Scioli. Pero además, el Gobierno también lo corrió a Massa hacia la derecha porque se volvió más moderado”, complementa Leiras, en virtud de las últimas acciones de la Casa Rosada en materia económica. Para el profesor de la Universidad de San Andrés, sin embargo, Massa y Macri pueden compartir electorado y también algunos “reflejos ideológicos”, pero “no son lo mismo”.
En este contexto, los proyectos presidenciales de Macri y Massa parecen alejarse cada vez más, en un sistema de primarias abiertas que ofrece pocos incentivos para que ambos compitan. Con la ley actual, el perdedor se queda sin nada, ya que se presentan las fórmulas a presidente y vice y el que gana se lleva todo.
NdR: las deformaciones de nombres y/o apellidos y de denominaciones de fuerzas políticas, son responsabilidad de la redacción de Currín y no del autor de la nota.
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