EL MISMO DÍA EN QUE EL EX LÍDER DE LA UNIÓN SOVIÉTICA, MIKHAIL GORBACHOV, ADVIRTIÓ EN UNA COLUMNA EN EL TIME ACERCA DE LA ESCALADA ARMAMENTISTA, LA NUEVA EMBAJADORA DE ESTADOS UNIDOS EN LAS NACIONES UNIDAS, NIKKI HALEY, DIJO QUE SU PAÍS ACTUARÁ A PARTIR DE AHORA DE FORMA DIFERENTE A NIVEL INTERNACIONAL E HIZO UNA ADVERTENCIA A SUS ENEMIGOS POTENCIALES.
"Anotaremos los nombres de quienes no nos cubren las espaldas y reaccionaremos en consecuencia", advirtió la embajadora en la sede de la ONU en Nueva York, quien añadió que no se trata de trabajar más duro sino de forma más inteligente y actuar "con fuerza, con una nueva visión y con nuevos ojos".
"Verán un cambio en la forma en la que trabajamos", anticipó a los periodistas Nikki Haley, la ex gobernadora de Carolina del Sur, quien, por el tono de sus declaraciones, ya hizo suyas las premisas del presidente Donald Trump, que en su discurso de asunción afirmó “primero, Estados Unidos” y que en Twitter definió a la ONU como una organización con "un gran potencial, pero que ahora mismo es solo un club de gente que se reúne para charlar y pasarlo bien".
Gorbachov, por su parte, dio su visión sobre la actualidad internacional tras el triunfo de Donald Trump y sostuvo que "parece que el mundo se estuviera preparando para una guerra".
En un artículo que escribió para la revista Time el líder ruso hizo un llamamiento a los líderes de EEUU y Rusia para promover el desarme global y sustituirlo por un diálogo político de verdad.
"Invertir esta carrera destructiva debe ser nuestra máxima prioridad", resaltó Gorbachov, que califica la situación actual como "muy peligrosa".
"No hay problema más urgente hoy en día que la militarización y la nueva carrera armamentista", opinó y recordó que "las relaciones entre las grandes potencias han ido de mal en peor en los últimos años". Por eso abogó por "reanudar el diálogo político para tomar decisiones y acciones conjuntas".
Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, según escribió, deberían dar el primer paso y celebrar una reunión de jefes de Estado para "adoptar una resolución que proclame como inadmisible la guerra nuclear". Y esta iniciativa debe partir de Donald Trump y Vladimir Putin, "presidentes de las dos naciones que poseen el 90% del arsenal nuclear y, por lo tanto, tienen una responsabilidad especial".
Para Gorvachov, el rearme pone en peligro sus propios logros. "Junto con los Estados Unidos, iniciamos un proceso para reducir las armas nucleares y disminuir la amenaza nuclear. El 80% de las armas acumuladas durante la Guerra Fría fueron desmanteladas y destruidas", señaló.
El último presidente de la ex Unión Soviética afirmó también "hoy que se lucha por financiar las necesidades sociales esenciales de las personas, el gasto militar es cada vez mayor" y opinó que los políticos y líderes militares ahora tienen discursos "más bélicos y de defensa más peligrosos. Los medios de comunicación se unen a un coro belicista. Parece como si el mundo se estuviera preparando para la guerra".
"El presidente Franklin D. Roosevelt dijo una vez que una de las principales libertades es liberarse del miedo. Hoy en día, la carga del miedo y el estrés de soportarlo se siente en millones de personas, y la razón principal de ello es el militarismo, los conflictos armados, la carrera armamentística y la espada nuclear de Damocles. Librar al mundo de este miedo significa hacer a la gente más libre. Esto debería convertirse en un objetivo común. Muchos otros problemas serían entonces más fáciles de resolver. El tiempo para decidir y actuar es ahora", concluyó quien recibiera el premio Nobel de la paz en 1990.
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