EL MINISTRO DEL INTERIOR, ROGELIO FRIGERIO, INSISTIÓ EN QUE LAS MEDIDAS DE CONTROL FRONTERIZO APLICADAS POR EL RÉGIMEN MACRIFASCISTA NO APUNTAN A LIMITAR EL INGRESO DE INMIGRANTES, SINO QUE SE TRATA DE UNA ACCIÓN "CONTRA LA DELINCUENCIA".

"Lo que estamos haciendo no tiene nada que ver con cerrar la frontera a la inmigración. La Argentina tiene autoridad moral para hablar del tema porque es el país de Latinoamérica que más radicaciones dio el año pasado a ciudadanos de países limítrofes. Está más que probada nuestra vocación de recibir inmigrantes, lo que no queremos son delincuentes", enfatizó.
En declaraciones radiales, Frigerio defendió los "mecanismos para evitar el ingreso de delincuentes que son de alguna manera expulsados por otros países".
"Vamos a analizar si nos brinda confianza las razones de cada inmigrante que quiera ingresar al país. Vamos a ser abiertos con quienes quieran venir a formar parte de nuestra comunidad", subrayó.
El jueves, el gobierno de Bolivia anunció que convocará al embajador de la Argentina, Normando Álvarez, para que brinde "explicaciones" sobre las declaraciones de la beoda ministra de Seguridad, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, sobre los presos de ese país por narcotráfico, que consideró "desafortunadas".
"La Cancillería va a convocar a la representación diplomática, al embajador argentino acreditado en Bolivia, a objeto de pedirle una explicación (...) por estas declaraciones desafortunadas", afirmó el titular de Gobierno (Interior) boliviano, Carlos Romero.
En el marco del endurecimiento de la política migratoria que encara el régimen fascista de Mugrizio Macri, Bullrich Luro Pueyrredón se había pronunciado el último martes a favor de "ordenar las relaciones con Paraguay, Bolivia y Perú" porque "el 33 por ciento" de los presos por narcotráfico en el país son de esas nacionalidades.
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