La milonga más tradicional de Buenos Aires, famosa en todo el mundo, Sunderland, clausurada hace más de 50 días, podrá reabrir esta semana, gracias a una reinterpretación del gobierno de la ciudad de la cantidad de metros cuadrados que ocupa el baile, llamada ahora Malena, sin que haya cambios en la normativa que se aplicó para cerrarla luego de casi 100 años de historia, informaron ayer los organizadores.
Jorge Rodríguez, el milonguero que organiza la reunión, informó ayer que “la Comisión Directiva del club luego de muchas gestiones logró establecer con los funcionarios comunales que la milonga no ocupa más de 1.000 metros cuadrados, por lo que no requiere de instalaciones anti-incendio fijas y el problema se solucionará con agregar más matafuegos, lo que ya se hizo”.
La clausura se levantará porque los directivos se comprometieron “a no ocupar un lugar detrás de la cocina del club, de 40 metros cuadrados”, detalló el tanguero, para evitar confusiones y se pueda volver a usar el espacio.
Asimismo, aclaró que “todavía falta que haya una última inspección para verificar que el permiso para funcionar la milonga coincida con las instalaciones que describe el formulario pertinente y luego podremos reabrir como siempre” y detalló que “el lugar que no se podrá utilizar casi nunca se usaba”, por lo que suponía que no iba a haber “ningún otro problema para reabrir salvo el retraso por el manejo de papeles y firmas”, propios del sistema burocrático de los organismos estatales.
La milonga de donde salieron los bailarines que participaron de la histórica obra de teatro “Tango Argentino” que con su éxito revivió el tango en Europa en los años '90, se realiza desde siempre en una cancha de básquet, con mesas y sillas que se colocan en la tarde del sábado.
En sus primeros tiempos que datan de 1919, unas 200 parejas se reunían en el club los sábados a la noche para cenar, bailar y comer asado, pero cuando en los 80 el tango decayó en la ciudad y en el mundo, solo se podía "tanguear" en Sunderland y en el club Sin Rumbo, ambos del barrio porteño de Villa Urquiza, y también el Glorias Argentinas de Mataderos, donde se refugió este arte como en tres relictos.
Por eso, cuando hubo que buscar milongueros para la obra que reimpulsaría el tango en el mundo, hubo que irlos a buscar a Sunderland, entre ellos a Miguel Ángel Zotto y su hermano, Gloria y Eduardo y muchos más.
Un milonguero de la zona, "Carlitos" Pérez, y su esposa, "Rosita", pasaron a ser en esos tiempos los mejores profesores de tango, por lo que los visitantes iban a sus clases, ahora suspendidas por solidaridad, casi como una obligación que se cumplía los lunes y los miércoles en el salón de fiestas del club.
Al lugar asistían al menos una noche de sus viajes todos los tangueros de todo el mundo que vienen a Buenos Aires, para conocerlo ya que es un lugar de culto, donde además esperan perfeccionar el tango que se reproduce en casi todas las ciudades del mundo.
La instalación de mangueras anti-incendio que pidió el gobierno de la Ciudad al clausurar la milonga hubiera demandado una gran obra que incluía la instalación de un tanque de agua extra para abastecerlo en la terraza del edificio, lo que implicaba una enorme inversión.
Rodríguez acordó que “las medidas de seguridad se deben respetar” pero para realizar esta gestión “por los antecedentes de Cromañón”, el incendio de la disco del año 2004 que dejó casi 200 jóvenes muertos, se movilizaron “abogados y jóvenes”.
Si la clausura se levanta con todos los trámites realizados, el próximo sábado la milonga Malena vivirá una gran fiesta ya que a la semana siguiente comenzará en Buenos Aires el Festival y el Campeonato Mundial de Tango 2015 que convoca a miles de tangueros de todo el mundo.
El organizador precisó que “habrá tres personas encargadas de la seguridad para desalojar a los invitados, en orden, y el certificado de habilitación de la milonga estará a la vista”.
Finalmente, el padre del bailarín Fabián Rodríguez concluyó que ahora solo falta que entreguen el famoso formulario conocido en la jerga administrativa de la ciudad como “878”.
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