La diputada nacional Graciela Camaño (Frente Rejuntador) se diferenció de su compañero de bloque Felipe Solá al afirmar que no compartiría un espacio político "donde alguien piense que hay que bajar los salarios".
En declaraciones radiales, la esposa del gremialista Luis Barrionuevo se refirió así a los dichos del también massiclarinista Felipe Solá, quien había señalado que "la gente está 'canchera'... ante el temor a perder el trabajo, la gente a lo mejor está dispuesta a que le bajen un poco el salario".
"Bajo ningún punto de vista puedo llegar a estar en un espacio donde alguien piense eso, no es algo que pueda compartir", remarcó la diputada, para recordar a continuación que fue "la ministra de Trabajo del gobierno que recuperó el 13 por ciento que la Alianza le había descontado a los trabajadores estatales".
Tras mostrarse incrédula sobre la posibilidad de que Solá haya formulado esas declaraciones, con conceptos como "es un malentendido, no lo piensa, no lo ha dicho", aclaró que siempre ha "sostenido enfáticamente, la inconstitucionalidad de esa medida".
En tanto, fuentes allegadas a Felipe Sola señalaron que el ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires mostró su preocupación por este cruce con Camaño. "Tengo miedo -aseguran que habría afirmado Solá- que Graciela se enoje conmigo y me cague a trompadas".
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