El hombre que fue designado como heredero político inició su carrera como dirigente cuando era colectivero en el metro caraqueño. Podría ser el tercer sindicalista elegido presidente.

Haciendo caso al pedido que su amigo y padre político le había solicitado, Maduro ya asumió como Presidente Encargado de Venezuela. El sucesor de Chávez encabezó todos los homenajes fúnebres que se realizaron hasta el momento y recibió el fraternal apoyo del pueblo venezolano para continuar desarrollando el llamado Socialismo del siglo XXI.
Nicolás Maduro nació en Caracas en 1962 y se crió en la popular barriada de El Valle. Sus primeros pasos políticos los dio en sus tiempos de estudiante secundario, cuando integró la maoísta Liga Socialista. Luego, entre fines de los '80 y principios de los '90, consolidó su formación política como dirigente sindical en el Metro de Caracas, donde trabajaba como chofer de colectivos. En ese entonces, enriqueció sus ideas a partir de algunos viajes que hizo a la Cuba de Fidel Castro.
En Venezuela eran tiempos de El Caracazo, nombre que recibió la rebelión del pueblo venezolano contra las políticas neoliberales aplicadas por Carlos Andrés Pérez, del tradicional Partido Acción Democrática, que ejercía la presidencia por ese entonces.
Maduro conoció a Chávez mientras el entonces militar bolivariano cumplía condena en prisión por su fallido golpe de Estado de 1992 y lentamente logró convertirse en su hombre de confianza. Juntos fundaron el Movimiento V República (MVR), antecesor del actual Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Así, Maduro se consolidó dentro del ala izquierda del chavismo y, a la vez, como el garante de la consolidación institucional del proceso de transformación resumido bajo el nombre de Socialismo del siglo XXI.
En 2006, el heredero de la presidencia bolivariana llegó a ser jefe de la diplomacia venezolana. Allí se convirtió en el canciller que más tiempo permaneció en el cargo durante los sucesivos mandatos de Chávez. Maduro cumplió exitosamente con las principales tareas designadas: la consolidación de los bloques regionales del ALBA y Unasur, el estrechamiento de las relaciones con los países emergentes de Asia y la mejoría en el vínculo con Colombia luego de la mediación fundamental de Néstor Kirchner entre el gobierno de Chávez y el del colombiano Juan Manuel Santos.

Tras vencer en las últimas elecciones nacionales, celebradas el año pasado, Chávez designó a Maduro (hoy con 50 años) como su vicepresidente, todo un gesto de confianza. Maduro respondió con lealtad: fue el único funcionario bolivariano que acompañó incondicionalmente a Chávez en su lenta agonía.
Antes de prepararse para la última operación que enfrentaría en La Habana, Chávez dijo sobre su sucesor: "Se trata de uno de los lideres jóvenes de mayor capacidad para continuar (...) con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, seguir dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destinos de esta patria”.
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