El juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Eugenio Zaffaroni resaltó que lo que genera “conductas desviadas, sean o no delictivas, es la falta de proyectos", porque "el ser humano es un proyecto en sí mismo”.
El magistrado estuvo en Resistencia respondiendo a una invitación que le formuló el fiscal federal de la capital chaqueña, Patricio Sabadini, para participar ayer de una charla en la Casa de las Culturas sobre los efectos y consecuencias de la reforma constitucional de 1994.
Antes de esa conferencia y en diálogo con la prensa local, Zaffaroni dijo que “es cierto que hay delitos de ricos y delitos de pobres, pero el problema es brindar proyectos. Lo que genera conductas desviadas es la falta de proyectos”.
De acuerdo su mirada, “el mundo que dejamos está muy complicado, está demasiado partido, dividido entre 2.800 millones de personas bajo la línea de pobreza, 1.200 millones en pobreza y eso trae todo un planteo internacional del Derecho que nos lleva a preguntar ¿hasta qué punto se realiza lo que nosotros ponemos como deber ser en las leyes ?”
El magistrado evitó opinar sobre la judicialización de títulos de la deuda externa, el rol de Estados Unidos de América del Norte y la política exterior de la República Argentina, pero sostuvo que “el mundo se está dividiendo en claramente en una polarización nueva”.
“Esto no es de la guerra fría ni una cuestión ideológica. Acá es una cuestión concreta de la tenencia de recursos. Hay una especie de oligarquía de poder financiero que se impone y va llevando cada vez a una polarización de riqueza cada vez mayor entre los países y dentro de los países centrales y periféricos”, remarcó.
En ese contexto, marcó “la necesidad de proyectos” para los ciudadanos porque “uno puede estar en una necesidad de situación espantosa, extrema y sin embargo no tener conductas desviadas, como en una guerra, en un terremoto, donde la gente se siente integrada en un proyecto y tiene que salir adelante. Bueno, lo que hay generar son proyectos”.
A ello sumó que “naturalmente sí hay que mejorar condiciones sociales, con esto no estoy diciendo que no se haga eso, pero quiero decir, no asociemos ni se nos ocurra decir que la pobreza causa delitos”.
Aunque dijo que es necesaria siempre una mirada hacia los jóvenes “porque los viejos no delinquen”, sostuvo que “la incidencia de violencia grave de los jóvenes de entre 16 y 18 años es muy baja. En el universo de homicidio de la Ciudad de Buenos Aires fue de dos casos”.
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