Para evitar los inconvenientes, aquellos que son infieles cuentan con un segundo teléfono para contactarse con sus parejas de ocasión, según reveló una encuesta.
El uso de un segundo teléfono móvil, o en su defecto otro chip con otra línea en el mismo aparato, para resguardar amoríos clandestinos parece que no es ningún mito. Una encuesta revela que más de 60 por ciento de los consultados admite utilizar un segundo celular para contactar a sus amantes.
Desde AshleyMadison, la red social de infieles más grande del mundo, nuevamente realizaron un sondeo entre sus miembros y constaron que aquellos que disfrutan de relaciones clandestinas suelen tener un segundo celular destinado, pura y exclusivamente, a tal fin.
En este sentido, se informó que el 64 por ciento de los hombres infieles guarda en secreto un segundo celular para hablar con su amante de turno; mientras que el 60 por ciento de las mujeres "piratas", un guarismo nada despreciable, recurre al mismo recurso.
Según explicaron los consultados, la cantidad de "piratas" que utilizan este ardid se ha incrementado en los últimos tiempos porque cada vez son más las plataformas para comunicarse y el miedo a dejar historiales sin borrar -que podrían ser detectados por sus parejas- es cada vez mayor.
Llamadas, mensajes de texto, WhatsApp o los mensajes privados de Twitter o Facebook son los canales utilizados para comunicarse por celular, tableta o computadora.
En este contexto, Francisco Goic, director regional de AshleyMadison, opinó que "a diferencia de lo que sucedía algunos años atrás, hoy conseguir un segundo aparato móvil no implica un gasto llamativo. Así que ante la duda y el miedo a ser descubiertos, los infieles invierten en su tranquilidad".
Lo cierto es que en las últimas semanas aparecieron en el mercado celulares "duales" que permiten la instalación de dos chips de distintas líneas telefónicas, por lo que tampoco sería necesario para los infieles tener que movilizarse con dos aparatos.
Y aunque a primera vista los datos sorprenden, hay que tener en cuenta que el infiel, así como invierte en artimañas piratas, tampoco suele reparar en gastos a la hora de agasajar a su amante.
En el mismo sondeo, se les preguntó también a los hombres cuánto gastaban en los regalos "tramposos" y el 60 por ciento aseguró que llega a los $ 1000. Las mujeres tampoco se quedan atrás: el 59 por ciento admite agasajar a sus amantes con obsequios valuados en la misma cifra.
"Es más, el 20 por ciento de los encuestados tanto de hombres como de mujeres, llega incluso a romper el chanchito y destinar cifras mayores en los regalos para sus amantes. Está visto que cuando de cortejar al amante se trata no hay crisis que valga", concluyó Goic.
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