El jefe del Servicio Penitenciario Víctor Hortel presentó su renuncia indeclinable luego de la fuga de 13 presos en Ezeiza. Además, se desplazó a 19 oficiales por no cumplir con su deber. "Al menos hubo dos días de trabajo de los convictos", expresó.

De acuerdo a las expresiones de Hortel a la prensa “el trabajo tuvo al menos dos días de tareas. Hubo complicidad con guardias, hubo complicidad penitenciaria. Hay diecinueve oficiales desplazados por esto. No encontramos las herramientas que utilizaron. Haremos una denuncia penal”.
Asimismo, la autoridad penitenciaria sostuvo: “No vamos a dar más detalles de lo que se observa en la fotografía. Seguimos trabajando en la relocalización y el encuentro de los responsables”.

Los presos se encontraban alojados en el módulo 1 de la unidad carcelaria ubicado en el distrito que gestiona Alejandro Granados y que depende del Servicio Penitenciario Federal.

Inmediatamente se puso en marcha un operativo rastrillaje en la zona del que participaron efectivos del Servicio Penitenciario Federal (SPF), de otras fuerzas federales y de la Policía Bonaerense.
De esta manera fueron atrapados dos de los prófugos, quienes se encontraban en la localidad vecina de Cañuelas, mientras que esta mañana continuaba la intensa búsqueda de los once restantes.
Voceros de la Bonaerense aseguraron que la cantidad de internos original alcanzaba a 15, de los cuales 13 permanecían prófugos, aunque el Servicio Penitenciario aún no lo había confirmado esta mañana oficialmente.
Interviene en la causa el Juzgado Federal Criminal y Correccional de Lomas de Zamora 2, a cargo de Carlos Alberto Ferreiro Pella, quien investiga si los presos aprovecharon un descuido de los guardiacárceles o contaron con ayuda interna para escapar.
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