Ayer a última hora de la tarde se realizó una movilización con el objetivo de detener la poda de árboles y la perjudicación al medio ambiente que produce el avance de los trabajos que lleva adelante el gobierno porteño para la instalación del Metrobús.

"Es una convocatoria ciudadana desde distintas organizaciones para reclamar que se detenga el avance de las obras y se cumplan las normas vigentes", explicó Nidia Marinaro, miembro fundante de la agrupación Propamba, dedicada a abordar todas las cuestiones del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) desde asociaciones civiles de la Ciudad.
Marinaro detalló los inconvenientes que causaría la concreción de las obras para el Metrobús: "Provocaría un gran impacto paisajístico arbóreo, porque los árboles no solamente regulan la temperatura, sino que sirven para detener las inundaciones, porque el árbol es un elemento que regula la absorción del agua en la tierra".

El jefe de Gabinete de la Ciudad sostuvo, por su parte, que "Son diez líneas de colectivo que van a andar mucho mejor" a partir de la finalización de la obra del Metrobus y afirmó que la mayoría de los árboles van a ser corridos y se van a plantar árboles, por lo que “al final va a haber como 500 árboles más”.
Sin embargo, los vecinos afirmaban durante la manifestación que los árboles serán trasplantados "pero a diez o veinte cuadras de distancia" por lo que "el paisaje se verá seriamente afectado".
"Hay que tener en cuenta el derecho a la belleza, porque no es lo mismo la visión florida que la visión de un túnel", dijo Marinaro y agregó que "lo simbólico también es importante, todo lo intangible, lo que significa para el país la avenida 9 de Julio, lo que hemos conquistado hasta este momento".
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