Los docentes porteños cumplieron un paro de actividades que tuvo una adhesión de entre el 85 y 90 por ciento, según fuentes gremiales y realizaron un masivo acto en defensa de la escuela pública.
"El paro es masivo, no digo exitoso porque exitoso es dar clase con diversidad de criterio, en democracia y no castigar, perseguir y estigmatizar a quien piensa diferente", dijo Eduardo López, secretario general de Ute-Ctera, el sindicato mayoritario del gremio docente, que convocó -junto con Ademys- a la jornada de protesta.
El paro de actividades de los docentes porteños se concretó en repudio a la decisión del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de separar de sus cargos a seis trabajadores de la escuela 3 del Distrito Escolar 18 de Monte Castro por una dramatización sobre el cierre de cursos.
Para López y Carlos Oroz, dirigente de Ademys, el cese de actividades "es masivo, tiene una adhesión que oscila entre un 85 y 90 por ciento".
La movilización docente, que culminó en un acto frente a la jefatura del gobierno porteño, estaba precedida por los dirigentes gremiales y los seis docentes sancionados, quienes marchaban con una cinta adhesiva sobre la boca simbolizando la medida aplicada contra ellos para silenciar sus voces.
El acto convocó a docentes, estudiantes, organizaciones gremiales, sociales, políticas, y legisladores como Tito Nenna, Juan Cabandié, Martín Sabbatella, Andrés Larroque y María Elena Naddeo, entre otros, junto al secretario general de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), Hugo Yasky.
El clima estuvo marcado por un fuerte tono de defensa de la educación pública y de crítica a la política "arbitraria, de persecución y de estigmatización del gobierno de Macri", expresó López.
El dirigente de Ute comenzó su discurso preguntando "¿Por qué nos persigue Macri?" para agregar que "nos descalifica, nos persigue y nos castiga porque la educación pública es buena, porque la escuela pública no es un negocio".
El dirigente señaló que "los docentes peleamos por un sistema democrático, emancipador que incluye a todos los que piensan distinto" y en este contexto reivindicó a la escuela pública al definirla como lugar "de diálogo, de disenso, intercultural, que no discrimina, es de todos y para todos".
López destacó que "la pelea es entre una escuela autoritaria como quiere Macri y una escuela pública de todos y para todos".
Por su parte, Oroz denunció que el gobierno porteño "sanciona el disenso, persigue ideológicamente, y acá castigó por luchar contra el cierre de cursos".
"Que nos sancionen a todos, entonces", enfatizó tras expresar que el ministro de Educación, Esteban Bullrich, "pretende igualar el disenso democrático con el abuso a menores o el robo de bienes porque la sanción que impartió es la que se aplica en esos casos".
Asimismo, enumeró distintos actos de "censura" que llevó a cabo la actual gestión, denunció el "0800 buchón" y enfatizó que "este conflicto es entre la patronal y los trabajadores".
En este marco, el dirigente llamó a "no tomar los cargos" durante el acto público que se realizará el próximo miércoles para cubrir las vacantes de los maestros sancionados y exigió "la restitución inmediata de los docentes desplazados y que cese el sumario".
Durante el acto se sucedieron cánticos de oposición a las políticas educativas del gobierno porteño con carteles de "Defensa de la educación pública", "no al cierre de grados", "no al 0800 delator y persecutorio".
Al cierre de la protesta, uno de los docentes sancionados reivindicó "la dramatización" que realizaron en el colegio, tras aclarar que "no fue una 'sátira' como rotuló un periodista del grupo hegemónico" y denunció que el video que se dio a conocer "está fraccionado, mal filmado, se escucha mal" y no expresa el trabajo pedagógico que se realizó.
Pidió "disculpas si se sintieron ofendidos", pero defendió "el derecho de manifestar que no estamos de acuerdo" con la medida de cierre de grados.
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