El viernes, el jefe de gobierno porteño desató la polémica al prohibir o intentar prohibir el ingreso de la historieta “El Eternauta” en las escuelas del ámbito porteño. La reacción fue inmediata: recibió críticas de todos los sectores, incluso de la viuda de Oesterheld.
Al menos, eso se entendió -claramente- cuando se produjo la siguiente conversación radial entre Mauricio Macri y el inefable conductor Eduardo Feinmann:Feinman: "El Eternauta de la revistita no entra…"
Macri: "No, no entra. No, definitivamente no, ni entra ningún tipo de manipulación de adoctrinamiento, que nuestros jóvenes sean libres, que lean toda la biblioteca, que se eduquen de la mejor manera posible, porque lo único que les garantiza su propia libertad es lo que hayan adquirido como conocimiento".
Ahora, sin embargo, resulta que el hijo bobo de Franco Macri -como en tantas otras cosas- se confundió...
Aunque cueste creerlo, tomó la historieta “El Eternauta” por el Nestornauta, una imagen conmemorativa del ex presidente Néstor Kirchner que fue popularizada y convertida en ícono por la militancia kirchnerista.Así, al menos, lo manifestó este sábado el jefe de Gobierno porteño a través de Twitter: “Me expresé mal ayer (por el viernes), por supuesto que el problema no es El Eternauta. Si lo es El Nestornauta que usan para adoctrinar en las escuelas”.
Sin embargo, resulta difícil de creer, a menos que el ex hijastro de Flavia Palmiero haga gala de una supina ignorancia, dado que, como se dijo, el Nestornauta no es un libro ni una “revistita”, como lo definió el inefable Feinmann.
Si la capacidad de Mugrizio Macri para gobernar y administrar fuera equivalente a su capacidad de generar vergüenza ajena, Buenos Aires sería la mejor ciudad del mundo.
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