martes, 28 de agosto de 2012

Cristina: "Qué maravilla ver a nuestros 'morochos' en las universidades"

La Presidenta destacó a los jóvenes que "desde el subsuelo de la patria ingresan a las universidades públicas". Lo hizo desde Tecnópolis, donde anunció la inauguración del pabellón argentino en la Bienal de Venecia. 
 
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner entregó ayer diplomas de extensión universitaria a los beneficiarios del plan de cooperativas Argentina Trabaja en Tecnópolis, desde donde inauguró, por videoconferencia, el pabellón permanente de la Argentina en la Bienal de Arquitectura de Venecia, que estará presente hasta 2033.
 
La Presidenta aseguró que "por primera vez en la historia vamos tener un pabellón permanente de la República Argentina" en la Bienal de Venecia, que se realiza desde 1895. "Los cinco ejes son la diversidad, la identidad, la memoria, el territorio y la soberanía", señaló.
 
Desde Italia, el canciller Héctor Timerman Timerman sostuvo que se trata de “uno de los grandes acontecimientos", por tratarse del "primer pabellón propio". "Es una muestra federal que va desde el museo del bicentenario pasando por todas provincias argentinas”, agregó.
 
Luego de la videoconferencia, la mandataria anunció la entrega de diplomas de extensión universitaria de Operador Socioeducativo en Economía Social y Solidaria a cooperativistas del Programa Argentina Trabaja. "Estamos muy orgullosos de nuestros arquitectos que nos representarán en la Bienal, pero también de estas diplomaturas, que son para hombres y mujeres del subsuelo de la patria, como decía Scalabrini Ortiz".
 
"La historia -sostuvo la Presidenta- es la suma de millones de historias individuales que construyen un colectivo. La suma de millones que años atrás no tenian esperanzas, que ahora tienen trabajo en las nuevas fábricas e industrias y que hoy reciben su diplomatura universitaria". "Esta es una Argentina diferente", concluyó.
 
Claro que si. Por supuesto que es maravilloso ver a nuestros "morochos" en las universidades. Pero, lamentablemente, no te lo perdonan y no te lo perdonarán jamás, Cristina.
 

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