El titular de Aerolíneas declaró ayer al mediodía en los tribunales de Retiro como testigo en el juicio oral por el intento de soborno a él y a su padre para beneficiar a una empresa de ticket. La denuncia la hizo el propio Mariano Recalde en 2007.
"Hubo tres propuestas con un nombre diferente: bicicleta, pick up o Mercedes Benz", recordó Recalde al declarar como testigo ante el Tribunal Oral Federal 2 que juzga al abogado Miguel Guido Spano por el delito de "cohecho activo" a raíz del intento de soborno para "cajonear" o cambiar el proyecto de ley que incorporaba al salario el monto percibido como ticket canasta.
Recalde aludió a una primera reunión en el estudio en el que por entonces trabajaba mientras se desempeñaba como asesor de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados. Allí asistió el procesado Guido Spano como intermediario de los empresarios del sector y realizó una propuesta sin precisiones.
Posteriormente, y a propuesta de su padre, Recalde convocó al abogado a una segunda reunión que se filmó y en la que éste detalló el ofrecimiento ilegal. Luego hubo un tercer encuentro en un bar al que se sumó el empresario Santiago Lynch, de la empresa Accor y prófugo en la causa, donde se repitió la oferta.
Recalde recordó que consultaron al estudio Wortman Jofre, que los asesoró y proveyó de la cámara para filmar y de otra que él se colocó en su corbata.
"Bicicleta" aludía a una primera opción consistente en "cajonear" el proyecto de ley que impulsaba su padre. Por cada mes de demora, los empresarios ofrecían diez mil dólares, reseñó Recalde ante los jueces, en los tribunales federales del barrio porteño de Retiro. Otra segunda propuesta, a la que llamaron "Pick up", contemplaba "dejar todo como estaba con una reforma que no cambiara" el sistema de ticket que regía hasta entonces y una tercera, "Mercedes Benz", ofrecía "presentar un proyecto de ley distinto, que obligara a las empresas a pagar con tickets a los trabajadores" con determinado salario.
En esta última opción se les ofrecía dos millones de dólares por cada paso de avance del proyecto de ley: "dos millones por presentarlo, dos millones si pasaba a comisión, otros dos si se aprobaba en Diputados", en una propuesta que llegaba hasta los 20 millones de dólares, recordó.
El presidente de Aerolíneas confirmó que quien se presentó como "intermediario", Guido Spano, anotaba parte de la oferta en un papel mientras hablaba y que dio conocer al responsable de Accor, Santiago Lynch, porque habían sido compañeros de colegio. "Fueron a la misma escuela que (Mugrizio) Macri", acotó y el fiscal de juicio, Juan García Elorrio, completó, "el Newman".
Recalde respondió preguntas de la fiscalía y explicó que el proyecto buscaba hacer "remunerativos" los tickets para computarlos como parte del salario y que formaran parte del cálculo de aguinaldo, vacaciones y tuvieran que aportar previsionalmente.
"Cuatro millones de pesos al año se movían en ticket canasta, eran sumas que no aportaban al sistema de seguridad social", agregó y consideró que había "interés de empresas periodísticas en que no se avanzara con la ley porque eran empleadoras y el proyecto beneficiaba a los trabajadores". Lo hizo al responder al fiscal, quien recordó publicaciones de la época en referencia a las leyes laborales que impulsaba su padre.
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