El 29 por ciento de los votos que no fueron para los candidatos del PRO y ECO definirán quién será el próximo jefe de Gobierno el 19 de julio. Cuál puede ser la incidencia de aquellos que deciden no acompañar a ninguno de los candidatos.
Los candidatos a jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larrata y Martín Lousteau, comenzaron una auténtica caza de votos para seducir al 29 por ciento de los electores que optaron por las opciones que no lograron llegar al balotaje. Serán 561.045 votantes quienes ahora deberán definir si se inclinan por el PRO, ECO o el voto blanco.
La primera fuerza que oficializó una opinión fue el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT): "queremos que quienes nos apoyaron voten en blanco", afirmó la candidata Myriam Bregman que salió en el último lugar con el 3,11% de los votos. Por su parte, Luis Zamora (3,96%), se inclinó por dar libertad de acción a sus seguidores y se espera una postura similar del candidato del Frente para la Victoria, Mariano Recalde, que ocupó el tercer lugar con 21,92% de las voluntades.
¿Quién se vería beneficiado si todos los votantes de otras fuerzas se inclinaran por el voto en blanco? La pregunta suena exagerada pero sirve para evaluar la dimensión de esta variable. La respuesta puede encontrarse en la más elemental matemática: el favorecido sería Rodríguez Larrata porque el sufragio en blanco se cuenta como válido pero se excluye en el conteo de votos al momento de calcular el porcentaje que obtiene cada fuerza.
El escrutinio de las elecciones generales arrojó que el candidato de Mugrizioo Macri obtuvo 45,5% y el ex ministro de Economía un 25,5%. Si el 29% restante decidiera votar en blanco, el responsable político de la muerte del Dr. René Favaloro quedaría consagrado sin necesidad de conseguir un voto más que los que sumó en la primera vuelta, ahora con el 64,1% y Lousteau perdería con el 35,9%.
“La distribución se hace sobre los votos afirmativos. Si el resto vota en blanco, crecen los dos candidatos pero la diferencia se va a mantener y eso beneficia, obviamente, al candidato del PRO”, explicó el politólogo Leandro Querido.
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