La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, advirtió que existen sectores de la justicia "que se resisten a los cambios y los consideran una amenaza", como el que propone la reforma del Código Procesal Penal a poco de convertirse en ley por la Cámara de Diputados, y calificó de "llamativo" que desde los medios de comunicación no se informe sobre su verdadera trascendencia.
"El nuevo código es una transferencia de poder al desconcentrar el poder casi absoluto de un juez, y sin embargo lo que se objeta desde los diarios es que se le da más poder a la Procuradora", lamentó la funcionaria al aclarar que la reforma "significa un cambio en la vida de la gente" al pasar de un sistema inquisitorio a uno acusatorio.
Gils Carbó señaló que esos cambios se dirigen en primer lugar a permitir la oralidad de todas las partes de una causa que puede ser televisada y en la que están las víctimas, el juez, el fiscal y los defensores como "una posibilidad de control de la ciudadanía".
En declaraciones radiales, la procuradora general de la Nación explicó que otro de los cambios habilitará hacia un sistema de "plazos breves de las audiencias, con la participación de la víctima en el proceso" y permitirá "planificar y articular estrategias que actualmente no están contempladas en la ley".
Gils Carbó también repasó los pasos dados desde que hace casi tres años se hizo cargo de la Procuraduría como la creación de las Procuradurías de Criminalidad Económica y Lavado de Activos, de Trata de Personas, narcocriminalidad y violencia institucional, los programas contra la violencia de género con la Dirección de Asistencia a las Víctimas de Violencia y las fiscalías especializadas que actúan junto a los fiscales.
"El papel del Ministerio Público Fiscal es el de lograr dar voz a los que no tienen como los presos, los más vulnerables, y todos los que ven limitado el acceso a la justicia", remarcó la jefa de los fiscales.
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