Luego de que la UCR se manifestara en contra del proyecto, tres adolescentes radicales expresaron sus diferencias con la cúpula. “Los dirigentes están desconectados de la realidad. Es una necesidad de los jóvenes elegir a sus representantes”, manifestaron.
Congreso Nacional de la Juventud Radical |
El proyecto de ley presentado por el senador Aníbal Fernández para habilitar a los jóvenes de entre 16 y 18 años a votar voluntariamente despertó discusiones al interior de los partidos políticos y el radicalismo no estuvo exento.
Luego de que el titular de la UCR, Mario Barletta, manifestara que su partido va a oponerse a la iniciativa para presentar a una propia, la juventud radical comenzó a debatir.
“No entiendo por qué la UCR se pondría en contra de un proyecto como este que amplía las bases de participación popular. Es más, esta medida la tendríamos que haber tomado nosotros, el radicalismo nació exigiendo el voto universal”, dijo Javier Senonez, un adolescente de 18 años que milita en la histórica agrupación Los Irrompibles.
En tanto, su compañera Sofía Lampropulos, de la misma edad, sostuvo que “toda la juventud radical en general opina que el proyecto debería hacerse porque va con los inicios del radicalismo”.
En este sentido, ambos jóvenes señalaron que existe una distancia entre la dirigencia del partido y sus bases.
“Claramente un pibe de 18 años va a tener una diferencia de pensamiento con un hombre de 70”, expresó Javier y agregó: “Yo creo que a los dirigentes de la UCR les falta cintura política en los últimos tiempos, están desconectados de la realidad”.
Por otra parte, el muchacho se refirió a los dichos del senador radical Ernesto Sanz, quien aseguró que la idea de votar antes de los 18 años “no está en la agenda de los pibes” y que “primero hay que educarlos”.
“Es verdad que no está en la agenda de todos los pibes. Pero hay muchos que trabajan y ya forman su propia familia incluso antes de los 16 años, entonces no es una obligación, yo creo que es una necesidad de los jóvenes poder elegir sus representantes”, argumentó.
En una mirada crítica en este aspecto, Victoria Luna, de 17 años y militante de la Juventud Radical, expresó que antes de los 18 años la ley no permite la afiliación a un partido político.
“Entonces, ¿cómo vas a poder votar al presidente si no podés elegir al representante de tu ideología en el partido político que te identifica? Además de la ampliación del derecho al voto, hay un montón de otros derechos que deberían debatirse”, sostuvo esta estudiante secundaria que asiste al colegio Ilse.
Respecto a la supuesta incapacidad para votar de los menores de edad, argumento utilizado por varios de los opositores al proyecto, Javier manifestó que “no todas las personas están informadas sobre política, eso es un error de la sociedad en sí, no de los jóvenes”.
“Yo creo que no depende mucho de la edad, hay gente de 30 años que vota porque sí y no está capacitada a pesar de ser mayor de 18 años”, expresó Sofía, en igual sentido.
La muchacha dijo, además, que el proyecto puede “abrir una puerta”. “Es una realidad que en el secundario uno se forma para la vida y quizás introduciendo a los pibes en la política se pueda generar un interés mayor por la realidad de su país”, reflexionó.
De igual modo opinó Javier, quien tomó como ejemplo a Uruguay, donde “en las elecciones partidarias del Frente Amplio se vota desde los 14 años y está demostrado que la participación de los jóvenes subió un montón”.
Hace años que el radicalismo no escucha, no sólo a la juventud, sino a la sociedad. Así les va.
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