El Ministerio de Seguridad denunció a diez altos funcionarios de la Policía Federal, luego de realizar una investigación y acusarlos de recibir dinero, a cambio de seguridad.
Entre los sospechosos hay cinco comisarios, como por ejemplo el comisario inspector Luis Poggi, a cargo de la Circunscripción VI que abarca Boedo, Almagro, Caballito y Flores, o el comisario Mario Trejo, jefe de la comisaría 51ª con jurisdicción en Belgrano y Núñez. Éstos dos, ya fueron pasados a disponibilidad.
Además de acusar a autoridades de la fuerza -un comisario inspector, cuatro comisarios y cinco subcomisarios-, las sospechas también recayeron sobre dos subinspectores, un sargento, cinco cabos primeros, un cabo y un agente.
En las acusaciones están incluidas las comisarías 7ª de Balvanera, 44ª de Liniers y la 28ª de Parque de los Patricios.
La denuncia se basa en que los efectivos y sus jefes exigían dinero a cambio de seguridad tanto para prostíbulos y vendedores ambulantes, como también comercios de sus respectivas zonas.
Uno de los sospechosos compró una casa en Cariló, cerca del golf, de 1100 metros cuadrados, por la que declaró haber pagado 219 mil pesos: como para no llamar la atención del ministerio.
Otro, entre 2009 y 2010, gastó 120 mil dólares en un crucero Day Cruiser y un departamento en Capital Federal.
La Unidad de Coordinación de Políticas de Transparencia realizó un análisis patrimonial de cada uno de ellos y comenzó a hacer un relevamiento de jefes.
Ojalá se vaya a fondo en esta cuestión del complejo entramado de la corrupción policial. Fueron muchos años de mirar para otro lado respecto de cuestiones que todos conocemos.
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